Karina Jelinek nos recibe en un semipiso de Recoleta, y el mal momento se le nota en el rostro. "No puedo ni dormir, y eso que hasta intenté contando ovejas y todo", nos dice, mientras una mucama sale de la habitación arreando 300 animales hacia el palier del edificio.
Llegar a la modelo no fue fácil, y debemos admitir que fue necesario recurrir al engaño. Llamamos a su teléfono y le dijimos que tenÃamos un bebé que era hijo suyo pero al que no conocÃa porque Leonardo Fariña le habÃa ocultado que ella estaba embarazada. Karina cayó, y aquà está, frente a nosotros, sorbiendo un té, la mirada fija en el centro de mesa.
"No los echo porque m mintieron pero por un lado no era un buen momento para descubrir que yo tenÃa un hijo con Leo", nos dice, sin quitar la vista del recipiente de vidrio repleto de piedras de colores. Como en una letanÃa, sigue sin necesidad de que preguntemos nada. "No sé cómo pude ser tan boluda; te juro que lo único que me alivia es saber que la demás gente sà sabe".
La tristeza se le nota hasta en el atuendo. Una remera suelta que no permite apreciar su patrimonio pectoral, y un pantalón hindú que también nos priva de observar sus atributos infracaderiles.
Finalmente, acepta el diálogo.
-No, no, chicos, no pongan música ahora, prefiero que hagamos la nota y listo.
-Es el grabador.
-Ah, ok.
-¿Te veÃas venir todo esto que está pasando?
-No, para nada. Es más, cuando él viajaba, yo lo llamaba, y siempre me decÃa lo mismo: "Estoy lavando, estoy lavando, estoy lavando". Yo decÃa, "pobre, cómo le deben quedar las manos". Me sentÃa culpable, porque pensaba que lo hacÃa por nuestro nivel de vida. Le compraba crema Hinds.
-¿De los paraÃsos fiscales sabÃas algo?
-No, nada. Mi papá tiene dos paraÃsos en el frente de la casa, pero son paraÃsos sombrillas. ¿Crecen alto?
-¿Creés en esto que dice él, en cuanto a que se dio cuenta de la cámara oculta de Lanata, y que todo lo que dijo sobre la sociedad entre los Kirchner y Lázaro Báez fue para engañarlo, no porque fuera cierto?
-Eso sà le creo, porque Leo es asÃ. Una vez me pasaron el dato de que él me engañaba. Me fui al motel que me indicaron, y ahà estaba él, encamado con cuatro trolas. Entonces dejó de enhebrarlas y me dijo: "¡Ja, caÃste, mirá la ficción que te armé para saber si me vigilás!"
-¿Y usted qué hizo?
-Me sentà re-mal, imaginate, que me descubran asÃ. Por suerte él me perdonó.
-¿Vos sabÃas de dónde sacaba él las Ferraris, el Audi, etcétera?
-Yo veÃa que de la cochera.
-Lo de ustedes fue muy rápido, y en su momento llamó la atención. Tres meses de novios y casamiento. ¿Por qué?
-No fue tan rápido, eso se dijo, pero nada que ver. Nosotros nos conocÃamos de veinte años atrás, en el jardÃn de infantes.
-Ah, eso es otra cosa. ¿Podés contar más?
-SÃ, una vez, en la salita de 4, lo llevaron a él, y yo ya estaba.
-¿Desde ahà fueron amigos o qué?
-No, nada, porque él fue una semana solamente y después no fue más, porque el padre consiguió trabajo en otra provincia. Y después sÃ, ya lo volvà a ver tres meses antes de casarnos.
-Hubo dudas sobre la relación, se habló hasta de separación en algún momento antes de este escándalo. ¿Él te contenÃa?
-No, lo contenÃa yo. Acordate que el que entra es el hombre.
-Me refiero a si te sentÃas bien con él.
-Ah. SÃ, obvio, la primera etapa fue linda.
-Se habla de que él tiene muchos activos.
-SÃ, algunos. Pero la mayorÃa de sus amigos son pasivos.
-¿Lo veÃas a veces con fajos de dinero o cosas asÃ?
-SÃ.
-¿Y no le preguntabas de dónde salÃan todos esos billetes?
-SÃ, pero él me decÃa que venÃa de jugar a El Estanciero con otros chicos.
-En su aparición por TV, él dice que casi todo lo que tiene y tuvo se lo regalaron: los autos, los viajes, la fiesta de casamiento con vos...
-Eso puede ser. En la noche de bodas mis tres primeros orgasmos fueron también un regalo de sus amigos.
-¿Lo viste alguna vez con Lázaro Báez?
-No, sólo lo escuchaba que hablaba.
-¿Ubicás quién es?
-No, sé que una vez lo resucitaron nomás, pero no leà mucho.
-¿Te habló alguna vez Leo de que trabajara con empresas fantasmas?
-No, yo no creo en esas cosas, cero esotérica.
-Cuando él viajaba al exterior, ¿qué te decÃa?
-"Chau, cualquier cosa te llamo".
-¿En la intimidad cómo era?
-Muy apasionado, eso sÃ. ¡Y fanático de los juguetes! Una vez casi me mata con un tren eléctrico.
-¿Es cierto que una vez, en un cumpleaños tuyo, él te cayó con Adrián Suar y todo el elenco de "El sodero de tu vida" para hacerte un capÃtulo en vivo?
-SÃ, me dijo: "Querés ficción, te doy ficción".
-¿Él era muy reservado?
-SÃ, bastante, Báez y los otros lo reservaban casi todos los dÃas de la semana.
-¿Creés que van a poder recomponer la relación?
-Ojalá. Hablé con él y me dijo que es optimista. Me dijo que un amigo le va a regalar la reconciliación.
Â
Â
.
Comentarios
- ¿Ah, Leo usa lentes de contacto? No sabÃa.
- ... pero si te agarro te doy hasta que Argentina-Brasi l se juegue en el Chaco y te parto al medio como un queso
dólares?
-Si, él me dijo que estuvo un año haciendo horas extras y ahorrando para hacerme ese regalo: un fin de semana en Miami.
Te aclaro que yo no se lo pedÃ, pero él me mimaba de esa manera. Me querÃa mucho.Creo que me sigue queriendo igual.
Suscripción de noticias RSS para comentarios de esta entrada.