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El humorista grfico Miguel Rep trabaja en la saga consagrada a referentes populares Foto Camila Godoy
El humorista gráfico Miguel Rep trabaja en la saga consagrada a referentes populares / Foto Camila Godoy

Mientras acompaña el lanzamiento de «Messi, nacido extraterrestre», una biografía ilustrada que desglosa la vida del futbolista desde sus primeros años hasta sus triunfos más recientes con la Selección, el humorista gráfico Miguel Rep avanza en el próximo protagonista de su serie dedicada a íconos argentinos: Charly García, al que define como «un personaje con un origen diferente a los anteriores porque viene de clase media con un destino claro: ser un músico popular».

El más reciente lanzamiento de la saga consagrada a referentes populares que arrancó con Eva Perón y continuó con Maradona contiene un desvío semántico respecto a las anteriores, presentadas bajo la consigna «Nacido (o nacida) para molestar». En este caso el foco sobre Messi -protagonista del volumen- no está puesto en su condición de ídolo que incomoda a ciertos sectores -como ocurrió con los dos casos anteriores- sino como ser extraordinario, de ahí el título de este volumen, «Nacido extraterrestre».

«Cuando surgió la idea de ‘extraterrestre’ como subtítulo, inicialmente pensé en un ser de otro planeta, pero a medida que lo explico más, me doy cuenta de que también me refiero a la tierra argentina. Él es como un extratierra argentino», cuenta Rep en diálogo con Télam.

La biografía publicada por Planeta ofrece ilustraciones realizadas que capturan los momentos cruciales de su trayectoria, destacando la genialidad, la complejidad y la magia que rodea al jugador en su papel trascendental en la historia del fútbol mundial.

– ¿Cuáles son los momentos de la vida de Messi que destacás en el libro?

-La ficción que realicé en este libro se basa completamente en los datos biográficos del jugador. Armé un Messi extraterrestre: le puse una escafandra, antenitas, y creé algo así como un principito. Pero todo arranca en que el tipo nace en el 87, cuando los papás todavía disfrutaban el Mundial de Bilardo. El pibe ya era un espermatozoide campeón del mundo.

Él pertenecía a la clase media baja, nunca le faltó laburo al padre, siempre trabajó en la metalúrgica Acindar, así que había una especie de tranquilidad económica familiar. La abuela lo mimaba, ella vio que el pibe tenía capacidades futbolísticas especiales y lo mandó al Abanderado Grandoli, a enfrentarse con los chicos más robustos y altos. Pero un día, se topa con la limitación del crecimiento, el pibe no crece, lo diagnostican y la cura es muy cara. Eran los años de la hipercrisis argentina, 2000-2001.

El padre se juega la vida, agarra al pibe, pide licencia en el trabajo, viaja a Barcelona y arranca la carrera de los pinchazos, el Messi que quiere progresar, que sabe que es el mejor desde que pisa la primera canchita.

Eso le pasó a Maradona, eso le pasó a Messi, siempre fueron los mejores. El primer día en Barcelona ya dijeron: «este pibe es increíble, solo falta que crezca» y eso lo completa él con su voluntad y el acompañamiento de su padre, que sigue hasta hoy, que le dio esa humildad de clase media baja, esa laboriosidad, ese esfuerzo, la pasta que le faltaba al campeón.

 

Foto Camila Godoy
Foto Camila Godoy

-¿Cómo surge la idea de hacer este libro?

– Este libro surge porque Messi es campeón del mundo. Antes, no lo hubiera hecho, porque él no me motivaba ni me emocionaba. Este libro es hijo de mi propio goce y exitismo, de lo que viví en diciembre del 2022, esa especie de psicosis colectiva de la cual yo también fui parte. Mi cuerpo se entregó a ese desahogo y alegría después de tanto sufrimiento.

Hice algo que siempre critiqué en el periodismo deportivo: caer en el exitismo. Pero a diferencia de ellos, yo no cambio de opinión fácilmente. Si a Messi le va mal, no voy a escribir un libro anti-Messi.

-¿La noción de que Messi es un extraterrestre siempre estuvo presente en tu mente?

– Cuando surgió la idea de «extraterrestre» como subtítulo, inicialmente pensé en un ser de otro planeta, pero a medida que lo explico más, me doy cuenta de que también me refiero a la tierra argentina. Él es como un extratierra argentino. Aunque pasó algunos años en las inferiores de Newell’s, nunca jugó en clubes del país. No se ve afectado por la AFA, las barras bravas y todo ese microclima que tiende a corromper sutilmente.

-¿Cuáles son las características físicas esenciales para dibujar a Messi?

– La representación del «EspermatozoLeo» es fundamental; es como la semilla de Messi. Ahí ya está Messi en su versión más joven, el que vemos en los primeros goles y las primeras asistencias en el Barça. Incluso en esos videos caseros de su infancia, ya se vislumbra la construcción de lo que será mi interpretación personal de Messi. Como ese pequeño hombre agachado en la infografía que, poco a poco, se va irguiendo. De alguna manera, él es un «erectus» al lado del primer espermatozoide, y esto es crucial en su postura corporal.

Después, está la creación de su rostro, que siempre es un desafío. Me sucedió con Evita, me sucedió con Diego y ahora con Messi. Hasta que no encuentro la esencia facial de Messi, no puedo retratarlo. Es como esos actores que desarrollan un personaje durante mucho tiempo, crean una máscara y terminan siendo ese personaje por un tiempo.

No es necesario imitar a Maradona; por una cuestión generacional conocemos sus actitudes y las replicamos, desde peinados hasta maneras de caminar. Explorar la generación Messi fue más como un turista, tuve que sumergirme en esa corporalidad y ese rostro. Tuve que convertirme en actor, vivir como ese rostro y ese cuerpo, para poder dibujarlo.

No puede haber ninguna interrupción visual donde la gente se pregunte si es Messi o no. Debe tener una fluidez, para lo cual debo incorporar a Messi en mi mano sin lugar a duda. Tiene que ser el mismo desde el espermatozoide hasta el Inter de Miami.

 

Foto Camila Godoy
Foto Camila Godoy

-¿Existe alguna dificultad específica al dibujar el rostro de Messi?

– Es complicado porque Messi carece de muchas de las características que Diego tenía, como la expresividad variada. Messi tiene pocas expresiones. Afortunadamente, tengo los puntos que representan los ojos cercanos, las cejas arqueadas, el peinado hipster que comenzó con la Copa América y la barba que adoptó desde su tiempo en el Barcelona. Una vez que capturas estos detalles y los colocas correctamente, puedes darle movimiento; logré representar la nuca de Messi de manera creíble. Sin embargo, después de este libro celebratorio sobre Messi, siento que mi mano necesita volver a explorar, a profundizar, a buscar en las capas más profundas, algo que creo que Evita y Maradona lograron, conscientes o no, pero siempre fieles a sus raíces.

-¿Quién sería el próximo personaje de «Nacido para molestar»?

-Estoy trabajando en contar la historia de Charly García, un personaje con un origen diferente: de clase media y con un destino claro, ser un músico popular. En los años en que la juventud aspiraba al poder y todo naufragó, adaptándose a nuevas realidades, Charly se mantuvo firme. De hippie se transformó en un roquero posmoderno, descubrió el Walt Whitman que llevaba dentro y plasmó toda esa poesía en sus letras, expresando su molestia a través del rock and roll, un género que siempre generó en la música. Aunque estaba preparado para conciertos sinfónicos, eligió sumergirse en los arrabales.

Creo que el libro sobre Charly va a fluir con facilidad; aunque, paradójicamente, me preocupa esa facilidad. Mi intención es ser riguroso, profundizar en los libros que aún no he leído y sumergirme en las letras de sus canciones. Aunque siempre he sido muy musical, nunca me adentré en la poética; para mí, la voz del cantante era simplemente otro instrumento más. Sin embargo, creo que la poética de Charly tiene un sentido profundo y abarca muchos momentos clave de la historia argentina, desde los años 70 y 80 hasta acompañar fuertemente los años 90. Él es como un radar que sigue captando el entorno social.

Foto Camila Godoy
Foto Camila Godoy

-¿Cuáles son las características distintivas de estos personajes nacidos para molestar?

– Cada personaje que nació para molestar es increíblemente fiel a sus orígenes o al camino que trazaron. Evita surgió de un origen marginal, bastardo y empobrecido, donde luchó intensamente para triunfar y luego canalizó su resentimiento en favor de las clases marginadas. Diego comparte esa similitud. Aunque no eligió un origen casi miserable y pobre, transformó esa experiencia en luz y rebeldía contra los poderosos.

Creo que estos tres personajes (incluyendo a Charly como proyecto) son como Icaros de sí mismos.

-¿Messi no nació para molestar?

-Rep: No, con Messi no sucede lo mismo; es todo lo contrario. Es alguien que constantemente se reconstruye. Su vida no está marcada únicamente por victorias; no nació simplemente para triunfar. Son 35 años de lucha. Aunque ha batido todos los récords, ha alcanzado fama y fortuna, también ha renunciado a la selección en algún momento, pero luego regresó y ganó. Eso habla de su voluntad y madurez.

-T.: ¿Podés vislumbrar en Messi una caída?

No me imagino sus alas quemadas por el sol.



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Fuente Telam