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Millones de peronistas chaqueños recibirán hoy en el Aeropuerto de Resistencia a su líder natural, el general Jorge Hilton Capitanich, en lo que se cree que será la movilización popular más impresionante de la historia provincial (tomando como referencia los últimos tres días).

Capitanich regresará luego de arduas negociaciones con la dictadura cívico-policial de Juaneff Carloff Bacileff Ivanoff, que aceptó el regreso del caudillo a condición de que el general no haga política.

El vocero de Capitanich, Aldo Leiva, fue quien cerró el trato con Ivanoff. "No se preocupe, Coqui no hará política", se comprometió el presidente del peronismo provincial. "Nunca la hizo, no se va a poner ahora a joder con eso", agregó.

El líder justicialista se asiló en Buenos Aires tras la durísima victoria sufrida el 28 de junio, cuando la derrota de la oposición por 32.000 votos debilitó su gestión a límites insostenibles y dio a luz a un acuerdo entre Angel Rozas e Ivanoff, que se presentaron en el despacho del gobernador y le exigieron su renuncia. Rozas, además, aprovechando su gran proyección nacional e internacional, había logrado el apoyo incondicional de la embajada de Mozambique y de la municipalidad de Trenque Lauquen.

Ivanoff, a su vez, logró el estratégico respaldo de la policía, que re-caliente con el veto coquista al aumento salarial votado por la Legislatura antes de las elecciones, se sumó a la asonada. Por eso, toda la cúpula policial estuvo presente cuando se le exigió la dimisión a Capitanich, y gomearon durante veinte minutos al señor gobernador de todos los chaqueños para obligarlo a firmar la renuncia.

En un dramático mensaje a través de Canal 9 y FM La Pauta, el general se dirigió al pueblo para pedir que se desistiera de cualquier intento de resistencia civil armada frente al operativo golpista. "Les agradezco su amor y su lealtad, pero si proyectamos las variables presentes en ejes x-y-z, y reemplazamos en y=función de x, los valores que puede tomar el poder de fuego de los insurrectos, vamos a ver que se forma una curva gaussiana donde a medida que crece x1=poder de fuego, y1=posibilidades de continuar en el mando tiende a cero", expresó Jorge Hilton, con la voz quebrada.

Ante el llamado de Capitanich a dejar sin efecto todo plan de conformar milicias populares que enfrentaran al golpe de Estado, se desactivó el intento de Gustavo Martínez de hacer marchar sobre la Casa de Gobierno a unos 14 beneficiarios del Plan Jefes de Hogar armados con pistolas de agua. "De agua helada", aclaró Martínez a los periodistas luego de dar la orden de desconcentración.

También quedó abortada la heroica recorrida que María Eva Sandra de Capitanich había iniciado por los barrios y fábricas, a bordo de una camioneta, arengando a las masas a alzarse en armas contra los sediciosos. Para cuando escuchó el mensaje de su marido, ya había juntado más de 25 personas. Acató la orden de su esposo, y las despegó a todas del radiador y el paragolpes.

Ya derrocado, Capitanich decidió embarcar rumbo a Asunción, para lo cual se dirigió hacia el Puerto de Barranqueras, donde debía aguardarlo el rompehielos Almirante Irízar. Pero por el largo período sin lluvias y la consiguiente baja altura del riacho Barranqueras, el buque jamás llegó. Por suerte el río estaba tan bajo que el gobernador se calzó unas botas y llegó a pie a la capital paraguaya, donde fue recibido por el vicepresidente, ya que el presidente Lugo había recibido a la Multisectorial de la Mujer en la residencia oficial guaraní, y todavía no se había vestido.

Desde Asunción, el general viajó a Buenos Aires, donde Cristina de Néstor Kirchner volvió a prodigarle el mismo trato distante que tenía con el chaqueño antes de que éste ganara la gobernación en 2007. Finalmente, Jorge Hilton fue recibido por el director de Administración de la Subsecretaría de Asuntos Imbancables del Ministerio del Interior. El mandatario depuesto exigió que el gobierno nacional movilizara al Ejército para restituirlo en el poder, y le hicieron llenar un formulario sobre el tema. Luego, quedaron en llamarlo.

Mientras tanto, en el Chaco se fue organizando la resistencia coquista, pese al efecto intimidatorio que tuvieron los fusilamientos de Domingo Peppo, Ricardo Sánchez, José Mongeló, Julio Lorenzo, Atilio Velázquez (pese a que a último momento se afilió a la UCR), Juan Carlos Ayala y Carlos Carossini (lo confundieron con el corazón del Frente Chaco Perece Más).

El clima de violencia política y la inestabilidad del nuevo gobierno (Ivanoff fue nombrado gobernador interino, y Urbanito como vice), llevaron a negociar un retorno condicionado del líder peronista, que regresará hoy a las 12.30 en un vuelo de Aerochaco, que compartirá con personalidades partidarias y artísticas, como Aldo Leiva, Betina Vázquez y su nene, Leonardo Favio, Tito Dolce y su gato, Silvio Soldán, Marilina Ross, Dady Brieva, Humberto Falcón, Margarito Tereré, Lía Crucet, la brasileña culona que miró Obama, Jorge Remes Lenicov y Wanda Nara (cuyo video será proyectado en el vuelo).

Hoy es, entonces, la cita con la historia. Si bien no hay una agenda oficial, se estima que Capitanich descenderá y luego se dirigirá hacia la explanada en planta alta del aeropuerto, donde se montará un palco para que hable a la multitud que se cree que lo recibirá. Allí estará AN, si juntamos para el remís.