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Luego de calificar de "neomarxistas" a las pautas fijadas por el Ministerio de Educación de la Nación para la educación sexual en las escuelas, el titular de la Comisión Episcopal de Enseñanza Católica, Héctor Agüer, habló con AN y se preguntó "dónde está el glorioso Ejército Argentino, para impedir este degeneramiento que va a terminar en una empomación civil masiva".

Agüer salió a criticar duramente el "Manual de formación para formadores en educación sexual y prevención del VIH-Sida", diciendo que ese material destinado a los docentes tiene un contenido "dogmático", "ateo" y "neomarxista". En diálogo con este portal, reiteró los cuestionamientos y exigió cambios en los lineamientos oficiales.

-Monseñor Agüer, se generó una polémica a partir de su crítica tan ideologizada al instructivo del gobierno para los docentes en materia de educación sexual. ¿No fue un poco retrógado su planteo?

-Usted dice eso porque seguramente no leyó el manual distribuido entre los docentes. Es algo repugnante, asqueroso, inmundo, aberrante. No se acatan en ningún momento las recomendaciones de la Iglesia.

-¿Cuáles, por ejemplo?

-Se habla de dictar clases de educación sexual ya en los niveles primario y secundario, cuando lo más sano sería empezar a hablar con los chicos de sexo recién después de los 25 años, que es cuando el feto ya está con un cierto grado de madurez como para asimilar contenidos de esa naturaleza.

-Bueno, pero en realidad las experiencias sexuales comienzan mucho antes, de ahí la importancia de una educación que se dicte a tiempo.

-De todos modos, yo no cuestioné sólo la cuestión de las edades, sino principalmente de los contenidos.

-Ustedes cuestionan el hecho de que, según su visión, se plantea la idea del sexo sin amor, ¿no es así?

-Son dos cosas, en realidad. Estamos totalmente indignados, sí, con la legitimación tácita que hay en todos los textos para con el sexo sin amor. Pero por otra parte, no hay ningún tipo de condena para el amor con sexo, que es otro de los grandes problemas de nuestro tiempo.

-No lo entiendo bien, disculpe.

-Se habrá estado masturbando, seguro, por eso está reducida su capacidad de comprensión. La masturbación mata células cerebrales. Y de la mano también, en casos de excesivo enviciamiento.

-Le repito que no entendí lo de la condena al amor con sexo.

-Es una degeneración inaceptable del amor puro y sano del que nos hablaron todos los santos. Se ha llegado a un grado tal de perversión y escaldamiento que en mi parroquia, por ejemplo, me he encontrado con casos de jóvenes que llevan sólo 7 u 8 años de noviazgo, y ya quieren la cópula. No quiero ni imaginarme la clase de sátiros retorcidos y fiebrosas uterinas que deben ser los padres y madres de esos chicos.

-O sea que ustedes ratifican el rechazo a las relaciones prematrimoniales.

-Pre y post. Y ese es otro punto. Maliciosamente, los medios, y la televisión sobre todo, hicieron creer que el buen católico no tiene que encoitarse con su hembra antes del matrimonio, pero dando a entender que luego de casarse sí está autorizado a abotonarse con la belitre de su mujer. ¡Pues no, no existe tal licencia! Son insalvablemente pecaminosas las relaciones sexuales antes del matrimonio, y también después.

-Yo pensaba que las relaciones en el matrimonio estaban permitidas por el catolicismo.

-Sí, en el matrimonio sí. Pero nos referimos al momento de contraer enlace. Es decir, es perfectamente lícito ante los ojos de Dios que el marido, luego de contraer enlace en la iglesia de su parroquia, la bombee un rato a su esposa (siempre y cuando se trate de un lugar decoroso y discreto, sin espejos en el techo). Pero con eso ya es suficiente. A partir de allí, el matrimonio debe ser casto, porque es el único modo de llegar a la felicidad.

-El Papa Benedicto, en cambio, dijo que la Iglesia acepta el sexo matrimonial, pero siempre y cuando no haya penetración.

-Sí, escuché lo que dijo el Papa, pero la verdad es que yo no estoy de acuerdo. Acato, pero no estoy de acuerdo. Son las cosas que pasan por tener un Papa tan liberal. Si seguimos así, un día de estos va a decir que la mujer que fuma no va al infierno.

-En cuanto a métodos anticonceptivos, ¿la Iglesia sigue aceptando sólo el método de las fechas?

-Exacto.

-¿Podría explicar cómo funciona, para que lo sepan quienes nos leen y puedan no conocerlo aún?

-Sí, cómo no. El método de las fechas es muy eficaz, y muy simple también, además de no ser abortivo. Consiste en tener relaciones sexuales sólo en las fechas en que la mujer no está en casa.

-¿¿Con otra mujer, quiere decir??

-¡Nooo, claro que no, sería adulterio!

-¿Autosatisfacción?

-La masturbación es diabólica. Además, provoca interrupciones repentinas de la actividad cerebral al punto q

-¿Monseñor?¿Monseñor?

-Perdón, ¿en qué estábamos?

-Me decía que el sistema de las fechas es hacerlo en los días en que el hombre no tiene a su mujer a mano. Pero si además no se puede tener sexo con otras mujeres ni tampoco se aprueba la masturbación, no entiendo cómo sería entonces la cosa.

-Ah, bueno, no es un problema de la Iglesia. No se hubiera casado, entonces. No le hubiera hecho caso a su desmesurada lujuria.

-Cuando la relación sexual es lícita, ¿puede ser de cualquier índole?

-Sí, sí.

-¿Anal también?

-Sí, claro, es lo más recomendado.

-¿La anal es lo más recomendado por la Iglesia, en serio?

-Ah, no, le había entendido anual.

-Con tantas restricciones y dogmas, ¿no les convendría publicar un manual propio de educación sexual, sujeto a las convicciones de la jerarquía católica, y que entonces cada familia elija si se queda con eso o busca otro tipo de educación?

-Es lo que hemos hecho, compilando todos los principios sobre el tema, y el libro está a punto de salir.

-¿Cómo se va a llamar?

-"Todo lo que jamás alguien se atrevió a decirte sobre la cigüeña".

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