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Tantas películas y series de TV, y tanto dinero recaudado por esas producciones, y sin embargo él siempre se mantuvo el margen, sin pedir nada a cambio, simplemente acodado en algún rincón mientras sus ojos, implacables, escaneaban a cada segundo el entorno para detectar la presencia de algún delincuente. Porque lo suyo es, simplemente, cumplir con su deber.

Hablamos, obviamente, del cabo Hugo Gustavo Olivello, de la Policía del Chaco, acusado esta semana de haber detenido arbitrariamente al reportero gráfico Gustavo Torres, de El Diario de la Región, y de haberlo amenazado e insultado permanente, con frases del tipo "los periodistas son todos putos". Torres simplemente estaba junto a una mujer herida, a la que encontró tirada en una avenida, intentando que alguna ambulancia la asistiera.

Pero cuando el abogado Rolando Núñez, del Centro de Estudios Nelson Mandela, salió a decir que Olivello ya tenía antecedentes de denuncias por apremios y abusos cuando era personal de la Comisaría Décima de Resistencia, el cabo se dio cuenta de que ya era tiempo de que saliera de las sombras de la vigilancia por el Bien, y que le diera de su propia medicina a esa maldita burocracia neoyorquina.


¡Es él!


En una nota entregada al portal Chaco Día por Día, el suboficial deja ver claramente que fue él la musa inspiradora para los guionistas de cientos de películas y series que siempre tuvieron como eje su personalidad, y que escribieron historias de policías rudos que se salían de los procedimientos permitidos para poder ganarle de una puta vez la guerra al delito y al hampa.

Personajes popularizados por actores como Bruce Willis, Steven Seagal, Sylvester Stallone o -sobre todo- Chuck Norris, que hacían tronar el escarmiento pero tenían que soportar que jefes sin bolas e inmundos burócratas del poder civil los cuestionaran y hasta terminaran con sus carreras en las fuerzas de seguridad.

En su escrito, y con la calma de quienes sólo buscaron vencer al Mal, Olivello dice sobre Núñez que "las denuncias que menciona este opinólogo de todo, son verdad, ya que cuando presté servicios en la mencionada Comisaría, realicé innumerables procedimientos bajando el índice de delitos, esclarecí hechos de violencia extrema, recuperé elementos sustraídos, procedí a la aprehensión de los autores y de personas con pedidos de captura por hechos como homicidio".

Sobre las afirmaciones de haber abusado con especial dedicación de indígenas, aclara que "los aborígenes que me denunciaron fueron todos aquellos que delinquieron", y destaca, llevando tranquilidad a todos, que "nunca me denunció una persona de bien".

Luego, admite Chuck Olivello: "Quien me conoce sabe que no soy un policía convencional, soy un comprometido con mi profesión las 24 horas del día, tengo comportamientos pocos ortodoxos, pero
siempre en cumplimiento de las normas legales vigentes. Siempre he tenido que soportar que quienes delinquen y los atrapo, me denuncien". Hijos de puta, ¿por qué simplemente no asumen que Hugo Norris los venció?

Pero como para dejar en claro que él jamás dejará de proteger a la sociedad, Olinorris le advierte a Núñez que "bien sabe que si alguna vez comete una falta o delito y estoy presente no me va a intimidar con su
parlanchinería barata y también va a marchar preso". ¡A ver cómo le respondes a ésa, sucio cagatintas!

En cuanto a los reclamos de sectores que seguro tienen conexiones con el narcotráfico y por eso piden que el suboficial sea apartado de sus funciones actuales, Norrisvello señala que "es muy fácil decir 'que se lo saque de la calle', claro, a muchos les gustaría, pero se olvidan que seguiré circulando como un ciudadano más por las calles de mi ciudad y guarda de aquellos que delincan, porque si estoy ahí, seguro les voy a hacer muy difícil su accionar". ¡Jeje!¡¿A que se pensaban que sería sencillo, repugnantes ladrones, verdad?

El cierre del escrito norrisiano es glorioso: "Tengo en mi cuerpo muchas heridas en cumplimiento de mi deber, pero quizás las que aun no cicatrizan son aquellas cometidas por actos injustos provocados por
personas como el Dr. Nuñez, quien sin saber lo que pasó, sale a opinar muy alegremente, a todos les digo que el ciudadano Gustavo Miguel Torres, con su accionar transgredió normas contravencionales vigentes y por eso fue detenido, como corresponde en un Estado de derecho".

¡Aguante el Estado de Derecho Olivelliano, carajo!


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