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Mickey Rourke salió hoy a desmentir terminantemente que esté siendo atendido por el mismo cirujano al que recurre la intendente de todos los resistencianos, Máxima Ayala. "Una versión maliciosa que no sabemos con qué intereses se ha echado a rodar, pero que claramente busca desacreditar a Mike", dijo William Robston, agente de prensa del actor norteamericano.

La información desmentida, sin embargo, comenzó a circular hace ya varios años, cuando Rourke inició un proceso de transformación de su rostro que tuvo características muy similares al emprendido en paralelo por Ayala en el Chaco, quien buscó quitar de su semblante algunos rasgos que consideraba depreciadores de su belleza. Otros, en cambio, afirman que la alcaldesa, lo que quería era no ser reconocida en las fotos de los '90 que la mostraban junto al coronel José Ruiz Palacios.

Incluso, algunos relatan que cuando Máxima se sumó a la UCR, Angel Rozas solía verduguearla sacando fotografías del tiempo en que Ayala integraba el equipo de Obras Públicas de Ruiz Palacios cuando el coronel era intendente, y ella respondía con una total negación: "¿No ves Angel que no soy yo? La de la foto es morocha y con una cara triangular que nada que ver conmigo. Yo soy rubia y con otra forma de rostro", respondía ella.

Rourke, por su parte, alcanzó su pico de gloria cuando filmó "Nueve semanas y media", una película que no sólo le permitió lograr fama mundial, sino que además le dio la posibilidad de trabajar con Kim Bassinger besándola y viéndola en bolas, cuestión por la que, encima, le pagaron.

Sin embargo, tras esa producción, Rourke no dio pie con bola, y comenzó a protagonizar películas cada vez más berretas, hasta prácticamente desaparecer de la Primera A del mundo del cine.

 

La salida chaqueña

 

Desesperado por volver a los años dorados y atormentado por la idea de envejecer, el actor decidió utilizar todos los medios a su alcance para detener ese proceso natural. Pero allí constató que sus ahorros no le permitían acceder a los cirujanos plásticos top de Hollywood.

"Pobre, se fue con su platita a ver a uno de ésos, con la intención de hacerse un lifting, hacerse más pronunciados los pómulos, aplastarse un poco las orejas, subirse una de las cejas para dar un aire más interesante, perfeccionarse la nariz, y le dijeron que por la guita que él tenía lo único que podían hacer era cepillarle los dientes para que se le fuera el aliento a frigorífico que tenía", contó un productor que conoce a MR.

Fue allí que el destino jugó sus cartas. Rourke, fanático de Humberto Falcón, asistió a un recital del chaqueño en Nueva York y buscó el modo de conocerlo personalmente. Humberto lo invitó a comer unas tortas parrillas en Central Park, interesado en preguntarle todos los detalles posibles sobre Kim Bassinger. Rourke, fastidiado tras tres horas de relatar cosas de la rubia, encontró un espacio para contar su propio drama.

-¿Y por qué no te vas al Chaco? Como vos tenés dólares, allá por esa guita te hacen hasta los pechos-le dijo un guitarrista de Falcón.

Rourke, entonces, comenzó a buscar datos vía internet, y en Angaú Noticias encontró la sorprendente y maravillosa evolución fisonómica de Ayala.

Sin dudarlo, tomó el Aerochaco que hace el servicio Washington-Vilelas, y comenzó el tratamiento con el cirujano de la intendenta. Ahora, en cambio, optó por desmentir el asunto. "Aparentemente -dice una fuente local- es porque el médico, por ahí, le ponía a la jeta de Rourke cosas que sacaba de la cara de Aída, y viceversa".

Los especialistas creen, incluso, que Máxima y Mickey acabarán pareciendo gemelos.

Ampliaremos.