Cientos de miles de chaqueños volvían esta mañana a sus casas desde zonas rurales, espacios verdes urbanos, plazas y riberas de distintos puntos de la provincia, aplastados por la decepción más grande de sus vidas: el apocalipsis mundial profetizado por los mayas, al cabo de una larga y ansiosa espera, finalmente no llegó.
"Me quiero morir, ¡nos habíamos hecho tantas expectativas! Y ahora... nada, resulta que hay que seguir nomás acá", dijo a AN un joven que había ido con su esposa y su pequeño hijo a esperar el cataclismo en un descampado junto a la autovía entre Resistencia y Corrientes.
Allí, otros cientos se habían sentado en las banquinas aguardando el desenlace prometido. Mateaban entre bromas y una mezcla de canciones que salían de algunos vehículos. El tiempo no ayudaba. De tanto en tanto llovía, pero el ánimo no decaía. En una tregua algunas nubes se abrieron y entre ellas se vio una estrella fugaz. "¡Bieeeeeen!", saltaron todos, pensando que era el comienzo de una precipitación masiva de bolas de fuego que destruiría todo. No fue así. La frustración asomaba el rostro.
En otras ciudades del Chaco se produjeron manifestaciones similares y también espontáneas. En el acceso a Castelli unas diez mil personas encendieron sus celulares de tal modo que desde lo alto formaban una gigantesca leyenda luminosa que decía "Fin del mundo ¡ya! Nunca menos".
También fue notable la afluencia de familias a templos religiosos. "En general vienen a pedir que el final comience por nuestra provincia", comentó a AN el pastor Gervasio Antolini, de Villa Río Bermejito.
El comienzo del fin del final
Hacia las 5 de la mañana el nerviosismo comenzó a ganar a los distintos grupos. Este portal lo pudo percibir en la zona de la autovía Avellaneda, donde estuvo apostado uno de nuestros cronistas. "¡Vamo, hijoeputa, manden el final deunavé!", gritaron algunos jóvenes. Eso pareció animar al resto. "¡Denle, turro de mierda, respeten nuestro derecho a que esto termine ya!", se sumó un hombre mayor que había acudido con su esposa en una vieja Estanciera celeste.
Algunos se ocuparon entonces de calmar los ánimos. "Hay países donde todavía no es 21, muchachos, no seamos pesimistas", planteó, parado en el techo de su auto, un señor de bermudas y musculosa. "¡Vó porque seguro que viví en el Chaco hace uno mese nomá!", le gritaron desde un sector más alejado.
"¡Sí, puto, seguro que só mendocino o chubutense lento!", se sumaron otros. Entonces se produjo un episodio lamentable. Desde los distintos flancos se aproximaron muchachones en actitud amenazante que le exigieron al hombre documentación que acreditara su condición de chaqueño. "No traje nada, chicos, era el fin de mundo, para qué iba traer algo", contestó él, claramente ganado por el temor.
"¡Es brasileño, acatrá del auto tiene una calcomanía de Camboriú!", avisó una joven que llevaba una botella de cerveza Diosa en la mano. "¡Es porque ahí fui de vacaciones con mi grupo familiar, nena, no armes una batahola gratuitamente!", contestó, ya desesperado, el interpelado.
"¡Miravó si un chaqueño va decir 'batahola gratuitamente'! Acá se dice descajete al pedo, porteño de mierda!", le gritaron, y de inmediato comenzaron a golpearlo con botellas, ramas de árboles, el paragolpes de un Citroen y varios termolares de tereré.
Era el final del final. Comenzaba a amanecer y el enorme fraude mundial quedaba a la vista. "Maya la conchatuvieja y la putaqueteparió", fue la frase más escuchada, dicha entredientes, cuando todos iniciaron la retirada.
Puntos de vista
Luis (48 años, empleado de una empresa de electrodomésticos, casado, dos hijos), se resistía a subir al auto, donde su mujer y sus chicos lo llamaban con una mezcla de piedad y cansancio infinito.
"No te puedo creer, nos recontracagaron. Chaco por quién sabe cuánto tiempo más", nos dijo sin que le preguntáramos nada y rechazándonos amablemente un tereré de mango. Siguió con su monólogo como si no existiéramos, los ojos rojos, la mirada perdida en un cielo que ahora sólo ofrecía nubes y agua.
"A seguir -continuó-. A seguir con los cortes de luz, con las canillas que las abrís y hacen gárgaras de aire, con los mosquitos rottweiler, con las primaveras a 45 grados, con el invierno de dos días y medio, las licitaciones donde seis meses antes ya se sabe quién gana, las obritas públicas de mierda que cuestan más que la reconstrucción de Alemania, el humo por todos lados porque acá la gente quema hasta el correo spam, el pasaje en cole al triple que en Buenos Aires, la nafta más cara del país, la menor expectativa de vida al nacer, las elecciones para optar entre males menores y mayores, el tránsito que nos convierte en millones de espermatozoides chocando caóticamente, los fiscales de investigación que no investigan un pomo, los piquetes hasta para pedir que se terminen los piquetes, los obispos y curas que siempre condenan las mismas pelotudeces vinculadas a lo sexual pero se sacan fotos con los peores hijos de putas, los medios y periodistas que en la puta vida tumbaron a un funcionario corrupto, los empresarios que nos convirtieron en la provincia con mayor proporción de empleo en negro, los inspectores de Bosques que hace cuarenta años no ven que nos hacen mierda los montes, los turros que en sus discursos hablan de 'los hermanos aborígenes' y jamás compartirían con ellos un vaso de agua, los forros que por ser punteros consiguen un conchabo en el Estado y se ponen a dar cátedra de política y periodismo, los comemierdas que consideran natural que un tipo con tres años en la función pública pase de pelagatos a millonario, los boludos que apoyan lo que sea si les ponen un escenario con algún pascuato famoso tocando arriba, la falta de siquiera una playa soretosa aunque estemos rodeados de ríos, el desempleo cero de las estadísticas oficiales, los hospitales donde los recién operados tienen que llevar sus propios ventiladores para bancarse 40 grados de temperatura, los centros de salud donde a los pobres los médicos les prescriben cualquier cosa por no tocarlos, las tarifas más caras y los sueldos más pedorros, los intelectuales truchos que sólo ven corrupción y políticas garcas en aquellos gobiernos que no les pagan contratos o que no subsidian sus curros autobombísticos, las obras sociales que cubren todo menos lo que uno necesita, los ministros de Educación que hablan de lo bien que estamos mientras los chicos terminan primer grado con menos de cien días netos de clases y casi sin saber leer, el avión oficial de la provincia como charter turístico privado, los pagos millonarios a artistas nacionales decadentes mientras hay chicos desnutridos que como toda ayuda reciben dos cajas de leche por mes, la humedad de enero y febrero, las inundaciones que se superan con sequías (y viceversa), los pelotudos que ponen '20% off' en sus negocios como si esto fuera Manhattan, los más recontrarremilpelotudos todavía que ¡celebran Halloween!, los..."
Su mujer lo interrumpió asomando por la ventanilla del coche. "Ay, Luis, también vos... Si te vas a poner a mirar sólo la mitad del vaso que está vacía..."
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Comentarios
Como prueba de ello era la liviandad con la que se manejaba el control de los distintos organismos del estado, donde cada uno hacía (o des-hacía) a su antojo y, sobre todo, conveniencia.
Así fue común ver como los servicios de las empresas estaban cada vez peor, mientras sus funcionarios andaban en cada vez mejores autos oficiales, con cada vez mejores gastos a cargo de nuestros bolsillos y otros asuntos menores que hubieran quedado en abstracto si se producía el mentado Fin del Mundo.
Ante la brutal evidencia que no se produjo el resonado evento, o que pasó en alguna parte razonable del mundo (claramente nosotros estamos fuera de lo razonable), nuestro mandatario está reuniendo al gabinete y fuerzas aliadas (?¡¿!) para informarles que no queda otra que ponerse a trabajar y (si pueden) gobernar algo la provincia.
Un asistente a esta reunión comentó, sorprendido, que había rostros notoriamente desencajados. No precisó el motivo.
Los más pulenta ya estamos en una nueva dimensión, con empresas eficientes y políticos honestos, sin niños desnutridos, con hermanos aborígenes trabajando dignamente y ganando su dinero como cualquier hijo de vecino, etccccc.
En fin... ¿así que uds. se quedaron en el Mundo Viejo? Qué macana, che... Y bueno, POR ALGO SERÁ.
Digno del gran Tato!
Nos quejamos tanto del Chaco, y su dirigencia, y no nos fijamos la fuente de inspiración para generar (por ejemplo) programas de actualidad, políticos, etc.
Siguiendo con Tato: si en una reencarnación viviera en el Chaco, no le alcanzaría la vida para monólogos relacionados sólo con las empresas de nuestro Estado.
Desde lo que dicen que hacen, lo que hacen y lo peor: lo que nos cuestan a los bolsillos parroquianos.
El único consuelo es que los chaqueños nos morimos con el purgatorio aprobado en vida.
Gracias, Secheep, por darnos a los chaqueños un tiempito más! -dije ahora en voz alta. Aunque, leyendo el monólogo de Luis, me quedé pensando... "gracias"?
Más bien suena como que alguien le ha enseñado de memoria ese texto,y lo han mandado para desestabilizar al gobierno. Incluso creo que en su casa tiene un LCD.
¡No me sumo a la conspiración!
A: Y ya tiene dos hijos que lo escuchan todo el día. Pobres inocentes.
Estraterrestre hijoeunagranput a y fin del mundo e mierda!!
A: ¡Metele, sí!
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