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Las declaraciones del actor destituyente Ricardo Darín diciendo que le gustaría "que alguien me explicara el tema del crecimiento patrimonial de los Kirchner" tuvieron una amplísima repercusión y pusieron a todo el planeta K en el compromiso de tener que lanzar fuego concentrado sobre el artista.

Luego de algunas expresiones individuales, el oficialismo difundió un documento que será publicado mañana en los diarios democráticos del país y que se titula "Nos gustaría que el señor Ricardo Darín explique el tema del crecimiento de la melancolía de sus personajes".

"Es una pena que un actor que logró premios internacionales gracias a este modelo económico, mientras afuera el mundo actoral se derrumba, aparezca ahora siendo partícipe de la persistente conspiración contra el gobierno nacional y popular. Pues bien, señor Darín, sépalo: de este proceso de transformación del país usted nos tendrá que sacar con los pies para adelante", dice la declaración, que firman ministros del gabinete de Cristina Fernández de Eternauta, gobernadores, diputados, senadores, intendentes, periodistas, artistas y el juez Norberto Oyarbide.

 

Un ser sin valores

 

El documento se pregunta además "qué peso puede tener la opinión de un sujeto sin valores, que fue capaz de dejar a Norma Aleandro, su mamá, en un asilo porque tenía Alzheimer y a pesar de que su papá, Héctor Alterio, estaba absolutamente enamorado de ella y quedó destrozado por la decisión de Darín. Un 'señor' que ahora opina alegremente sobre el patrimonio de profesionales exitosos de nuestra patria pero que en 'Elefante blanco' no tuvo ningún reparo moral en ser sacerdote aunque años antes se la recontrasurtió a Susana Giménez".

La dirigencia K plantea luego que Darín "no tiene autoridad moral para cuestionar a los mentores de esta revolución en paz que podemos disfrutar los argentinos. Mientras él en la dictadura filmaba películas como 'La carpa del amor' o 'La fiesta de todos', Néstor y Cristina Kirchner hacían operaciones inmobiliarias amparados en la ultraizquierdista Circular 1050 a fin de reunir los millones necesarios para adquirir armamento y asistir a las milicias populares que derrocarían al régimen militar. Si después no consiguieron armas en ningún supermercado, es un tema del que ellos no pueden ser responsabilizados".

En otro párrafo también se interroga "cuál era el compromiso del 'señor' Darín con los derechos humanos entre 1976 y 1983, cuando la compañera Cristina, aprovechando su condición de abogada exitosa, arriesgaba su vida presentando en los tribunales los habeas corpus que los familiares de los militantes secuestrados por la dictadura tramitaban para salvarlos. Bueno, no presentó ninguno, pero sabemos que la Presidenta se moría de ganas. Además, el día que enseñaron en la Facultad de Derecho lo del habeas corpus, a ella le dolía el estómago".

Sobre el final, el texto adquiere un tono conciliador. "Hable, señor Darín, hable, para eso estamos en democracia -dice el pronunciamiento-. El respeto a la pluralidad de voces está plenamente garantizado por el gobierno que usted quiere destituir. En este país en serio que hemos logrado poner de pie, hasta los inmundos gusanos repugnantes que no merecen vivir, como usted, tienen derecho a expresarse".

Y tampoco falta el ya célebre "si no le gusta este gobierno, señor Darín, forme su propio partido político y nos vemos en 2015".

 

Mensajes cifrados

 

Más allá de la declaración conjunta, fueron numerosas las voces que se manifestaron en condena hacia el actor. "Me da mucha pena, es un desagradecido. Se olvida que al Oscar de 'El hijo de la novia' se lo gestionó Néstor, que tenía dos amigos en la Academia de Hollywood", dijo Aníbal Fernández.

"Algo que no se dice es que Darín era muy amigo de los militares uruguayos-editorializó en su programa radial Víctor Hugo Morales-. No me lo contaron, yo lo vi porque cuando iba a los cuarteles a veces me pedían a mí que le abriera la puerta".

En el programa religioso 6,7,8 se editó un duro informe sobre la trayectoria del actor. Allí se plantea la teoría de que Darín piloteó uno de los aviones que bombardearon la Plaza de Mayo en 1955, poco antes de la destitución de Juan Domingo Perón. "Y un par de veces lo quiso envenenar a Illia", agregó luego Orlando Barone.

El gobernador de San Juan, José Luis Gioja, descalificó al actor y consideró que el oficialismo "no debiera darle prensa ni magnificar sus lamentables expresiones. Es una persona insignificante, ni siquiera tiene un himno", señaló.

Jorge Capitanich compartió esa visión. El mandatario chaqueño cuestionó "la liviandad ideológica de Darín. Es alguien sin compromiso. No estuvo ni con Menem ni con Duhalde ni con Néstor ni con Cristina, como todos los que podemos exhibir una trayectoria coherente de claro y permanente compromiso con el que está arriba".

Andrea del Boca también lamentó las "tristes palabras" de su colega, y repitió la estrategia de cuestionar la ausencia de una postura crítica por parte del actor durante la dictadura: "Mientras algunos nos jugábamos la vida filmando 'Un ángel llamado Andrea', 'Andrea Celeste' o 'Señorita Andrea', con una clara reivindicación del castrismo cubano, él era un galancito frívolo y banal".

Cristina Fernández, por su parte, optó por el silencio, si bien se sabe que el tema la fastidió en exceso. La señora presidenta de todos los argentinos piensa encomendar una dura respuesta al líder de La Cámpora, su hijo Máximo, ni bien se despierte.

 

 

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