Todos sabemos que la Nochebuena es, básicamente, una noche de mierda. Uno llega a ellas tenso por haber tenido que pelear con hordas de iguales para poder comprar regalos a último momento, por haber gastado la plata que no tenÃa y por tener que ver a parientes que no soporta. Los navidólogos identifican 10 martirios principales que convierten a esta cita anual en uno de los hechos más insufribles de la vida de cualquier ser humano.
1) Los "bailables" de las radios. Casi siempre están hechos por los peores conductores disponibles, quienes se esmeran en concentrar, a lo largo de 4 o 6 horas, la peor música posible, tabicada con las reflexiones más berretas y los saludos más bizarros. Tampoco falta la emoción berreta "por los que ya no están", y boludeces por el estilo.
2) La pirotecnia. Si algo se transmite de generación en generación de manera infaltable, eso es la boludez. AsÃ, vemos a boludos viejos, junto a boludos adultos, adoctrinar a boludos niños sobre la forma de romper las pelotas con cohetes, bombas y otros elementos pirotécnicos que además de aturdir al repedo huelen como un puchero de ortos. Por suerte, de tanto en tanto alguien se saca una mano con esos juegos, módica revancha de quienes los padecen pasivamente.
3) Las compras previas. Cada año nos prometemos que al siguiente no dejaremos las compras navideñas para último momento, y cada año nos jodemos. Adquirir un simple pollo de mierda, o conseguir un Hombre Araña que mueva los brazos, se convierte en una epopeya más dramática que un rescate en el Himalaya.
4) La gente tapón. Se relaciona con el punto anterior. En dÃas normales, en el centro sólo hay gente comprando. Los 23 y 24 de diciembre, sin embargo, la zona es invadida por hombres y mujeres que sólo van a entorpecer. No compran, no miran, no pasean. Sólo están delante de uno, como caminando pero sin caminar, o haciendo una fila de nada para bloquear un pasillo, o hablando sobre hemorroides justo en la góndola que uno quiere ver. Si uno no consiguió lo que buscaba, los volverá a encontrar en otros comercios.
5) Los vendedores "paraguayos". Los puesteros de las ferias de ex "ambulantes" son pesados todo el año con su tÃpica pregunta de "¿qué anda buscando?", cruzada cientos de veces como una zancadilla mientras uno camina entre los puestos. Pero en vÃsperas de Navidad se perfeccionan y potencian. Responder "ando buscando que no me rompan las pelotas" no sirve. Uno se siente mala gente, encima.
6) Los comerciantes chantas. ¿Por qué el juguete que en un lado sale 30 en otro puede valer el doble? ¿Hay una parte de la ciudad que está dentro de la Unión Europea y nadie nos avisó?
7) Las pelÃculas relacionadas, del modo que sea, con la Navidad y/o Papá Noel. Las hay dramáticas, en plan comedia o en onda thriller. Las hay con grandes actores y con tipos que no los conocen ni sus padres. Las hay de bajo presupuesto y las que costaron más caras que el gobierno de Rozas. Bueno, todas, todas, absolutamente todas, son una reverenda mierda, donde desde los tÃtulos sabés que todos van a terminar felices y que hasta los asesinos seriales comprenderán "que ser malos no los lleva a nada". ¡Una verga!¡Exigimos una pelÃcula en la que descuarticen a Papá Noel y nunca descubran al autor del crimen!
8) El "forastero" por el que hay que fingir interés. En toda cena de 24 de diciembre siempre alguien trae un nuevo novio/novia/esposo/esposa/amante por quien, para "no hacerlo sentir incómodo/a", hay que fingir deseos de saber sobre su vida. Uno pierde la noche preguntando por cosas que no quiere saber, opinando sobre cuestiones que nos importan un huevo y dando consejos en los que no creemos un carajo. Y encima tenemos que hablarles bien del familiar que los trajo, de quien en realidad pensamos que es un neurótico incurable o una atorranta irredimible.
9) El "emotivo" al que hay que contener. En la cena en cuestión tampoco faltar el familiar, amigo o colado que de repente descubre la insoportable levedad del ser, y empieza a llorar porque sÃ. ¿Por qué mierda no se matan en noviembre en vez de jodernos a la hora del helado?
10) Los "bailables" de las radios. Y no nos digas que no se merecen figurar dos veces en esta lista.
Seguro que hay más, pero no te quedes ahà mirando, y anotalo abajo en la ventana de comentarios.
Comentarios
ADMINISTRADOR: ¡Essssaaaaaaa!
ADMINISTRADOR: Pero no nos dejes asÃ, Anto, contanos a cuáles buenos adornos te referÃs.
y posta, los martirios q describiste son de verdad asi
jajajaja.
pero te falto uno: el que se preocupa en las noches de fiesta por solo chupar y chupar y comer y volver a chupar sin importarle nada de nadie, que solo quiere acabar la noche lo mas chupado posible.que acabe rapido la noche navideña o de año nuevo...ver eso tambien es un martirio
QUIERO COMIDA FRESCA AUNQUE SEA ARROZ HERVIDO
Cabe agregar que el profesional que lo alimenta es de esos laburantes de la salud de bajo perfil y mucha capacidad, lo cual se hace mas sostenible al saberlo visitante de ésta página
ADMINISTRADOR: Ay, chicas, chicas, chicasss. Ramoncito lo pasó bien. Basta con copiar la dirección que está en su comentario y pegarla en el explorador. La otra opción es abrir blogs al azar hasta dar justo con el que dice Ramón.
http://periodismomedico.blogspot.com/2008/12/felices-fiestas.html
Moncho
ADMINISTRADOR: Chagracia al médico bloggerólogo por la mención y los conceptos.
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