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Lo que parecía que iba a ser una reunión de emociones otoñales entre afiliados del Pami con la intención de despedir a 2008 y dar la bienvenica al nuevo año, terminó siendo una tormentosa fiesta repleta de desenfrenos en la que los abuelos dieron rienda suelta a sus instintos más básicos y protagonizaron desmanes y peleas entre pandillas.

Los hechos se desencadenaron en el Parque 2 de Febrero, donde la delegación local del Pami había organizado un picnic para festejar la llegada de 2009, con el atractivo de que entre todos los asistentes se sortearía un viaje de dos semanas a Francia y en segundo lugar un servicio fúnebre a todo culo (que debía usarse antes de fines de marzo).

"Todo iba bien, los abuelos estaban tranquilos, escuchando tangos y sirviéndose la gran variedad de caldos y purés que hicimos preparar para la ocasión. Pero después nos dimos cuenta que había viejas rivalidades entre algunos grupos de jubilados, que no sabíamos que existían pero por lo visto eran de vieja data", explicó la delegada de la obra social, Cristina Aboitiz.

Aparentemente, los primeros problemas surgieron entre un grupo de pensiones floggers y tres emos de 79, 87 y 92 años, de quienes los floggers se burlaban porque al querer hacer el paso tectonic se quebraron las caderas. Hubo piñas y los bandos se provocaron algunas lesiones arrojándose dentaduras.

Todo parecía volver a la calma cuando varias ancianas comenzaron a preparar tragos altamente energizantes. "Mezclaban ginebra Bols con un poco de crema antihemorroidal y unas cucharadas de lecitina de soja, y se ponían como locas. Ahí le dijeron al chico que ponía la música que sacara los tangos y empezaron a hacer un strip sobre la mesa al ritmo de 'Puedes dejarte del sombrero', de Joe Cocker", contó un empleado de la obra social.

Las cosas se complicaron más cuando entraron varios mozos simulando una coreografía, pero en lugar de entrar con carnes flameadas o la tradiciona pierna de ternera, como ocurre en casamientos o cumpleaños de 15, lo hicieron con espadas en las que iban colocadas pastillas de Viagra y Cialis. Los abuelos se abalanzaron sobre las píldoras y comenzaron a hacer delante de las jubiladas lo que se conoce como "ventiladorcito", acción que consiste en mover la pelvis en círculos de modo que la garompa gire como las aspas de un ventilador.

"Había un señor, como de 80 años, que lo hacía tan bien que despeinó a varias", reconoció el joven que tenía a su cargo servir los platos de sopa cuando la reunión no se había salido aún de cauce. Cuando la policía llegó al lugar, el espectáculo era dantesco: todos los presentes coreaban, descontrolados, una versión de "For ever young", y varios jubilados habían formado un inamovible "trencito" con chicas del servicio "Pami Escucha" que se levantaron (ver foto).

El sorteo previsto se suspendió, y se hará en febrero, con los tres últimos números de la quiniela nacional.