En la ciudad tenemos un maravilloso servicio de transporte público de pasajeros, que en el caso de taxis y remises permite conocer a una rica galerÃa de personajes aferrados al volante.
Nuestro equipo interindisciplinario elaboró la siguiente clasificación de esos simpáticos amiguitos:
* El hombre neurosis: No le importa salvar o no los gastos del dÃa, ni llevar un mango a la casa. Es una especie de Rambo del tráfico, perdido en su propia guerra. En el viaje se le escuchan frases como: "A estos hijos de puta de las motos hay que matarlos a todos", "Si yo estuviera en el gobierno cierro todas las lÃneas de colectivos y que se caguen de hambre esos turros de mierda" (después de putearse con un colectivero por una mala maniobra) y, al pasar entre piqueteros, "dejá nomás que me paren y vas a ver cómo me cargo tres o cuatro con esto" (y te muestra un chumbo que lleva bajo el asiento). Sus hijos, en vez del "papá, no corras", desearÃan escribirle "papá, no vuelvas".
* El agua de estanque: Chofer zen que logró la armonÃa total con el universo, lo cual, obviamente, lo vuelve insoportable. Va como mucho a 25 km/h, y cuando te lleva por alguna avenida local puteás al ver que pisando un poquito el puto acelerador llegarÃa al semáforo verde. Pero no, mantiene su ritmo pajero mientras silba un valsecito y te hace odiar a los semáforos, a él, a sus padres y a todos los funcionarios municipales, sobre todo en dÃas con 40 grados a la sombra. Eso sÃ, te vacuna con la tarifa como si fuera un neurólogo.
* El meteorólogo: Grupo en el que se enrola una gran proporción del sector. Es el más anodino de todos. Se dan diálogos del tipo:
Chofer: -¿Carlorcito, eh?
-Sep.
Chofer (tras silencio de estudio) - DecÃan que iba a llover, pero difÃcil.
-Eh, sÃ.
Chofer: En Córdoba llovió hoy, y en Buenos Aires estaba cambiando el viento.
-Ah.
Chofer: Antes el tiempo de Buenos Aires venÃa para acá, ahora es el de Córdoba.
-Qué cosa, eh.
Chofer: Hay unas nubecitas allá, che, capaz que llueva nomás.
-SÃ, capaz.
Chofer: Pero raro, porque hoy en la radio decÃan que hasta el martes iba a seguir asÃ.
-Aaah.
Chofer: Y sin embargo esas nubes, hmmmm, no sé, eh...
Y asà hasta llegar. Si el viaje va a durar más de 15 minutos, conviene bajarse y tomar otro coche.
* El que no tenÃa ganas de ser eso: SubÃs, y el tipo está en cuero, o con una musculosa de mierda toda rota, en patas y con un tufo que indica dos semanas sin una ducha. De paso, prende un faso y recién después te pregunta: "¿Te molesta el humo?". ¡SÃ, forro, si no querés laburar quedate en tu casa!¡Me molesta el humo, tu baranda a chiquero abandonado y las cuatro capas geológicas de la mugre sobre los asientos!
* El dominado: Sacás la mano, el remÃs para, y subÃs atrás, porque adelante, en el asiento del acompañante resulta que va una tipa. En el viaje descubrÃs que es la mujer del vago, que va cebándole teres con evidente fin de control parejeril. Pero nadie te explica nada. Ella porque le importás un sorete. Él por el resto de vergüenza que le queda. Te enterás de que al más chico hay que comprarle zapatillas y que a la Nelly el novio la está engañando con una chica que trabaja en el HÃper.
* El animador: Ejemplar que ejerce, sobre todo, cuando hace "el colectivito", es decir ese servicio trucho que consiste en detenerse en las paradas de colectivos para ofrecer viajar por el mismo importe del pasaje en cole a quienes esperan el bondi. Cuando tiene a sus cuatro pasajeros de rigor, el tipo intenta animar la reunión forzosa. Como si fuera la maestra de primero, pregunta a cada uno a qué se dedica, y tira temas buscando la participación de todos. La mayorÃa termina generando sólo una chotÃsima incomodidad, pero los expertos logran que a la hora de bajar el pasajero se abrace llorando a los que siguen viaje, en desgarradora despedida.
* El fantasma: Cero palabras, cara de ojete. SubÃs y no pregunta, sólo queda detenido hasta que decÃs el destino. Después va por donde se le canta el orto, generalmente comiéndose todos los semáforos y tirándole el auto encima a ciclistas, peatones y otros seres de su cadena alimentaria. Entre dientes te dice la tarifa, que casi siempre es un afano descarado.
* El mister Magoo: Variante menos new age del "agua de estanque". Vive como en otra dimensión. Mientras te habla, se concentra tanto en la charla que no le da bola al tránsito, y vos ves que va cruzando esquinas sin mirar, semáforos en rojo y otros bretes sin darles bola, mientras a su alrededor se desencadenan toda clase de accidentes y cataclismos por su culpa.
* El que tiene la posta: Hay remiseros que cuentan chismes increÃbles que rozan lo que son las leyendas urbanas. Dicen saber sobre orgÃas de funcionarios, relatan homicidios cometidos por diputados antropófagos, cuentan la historia del juez sorprendido con un tapir en un telo. Eso sÃ, todo te lo cuentan "a vos nomás, pero no digas nada, eh".
* El terapeuta: Sufrido ser que está habituado a que le usen el coche de diván. Se bancan a la tÃpica mina que dice "a 9 de Julio y San Lorenzo; mi marido me guampea y mis hijos no me dan bola, no sé qué hacer", o al tipo que después del comentario del chofer sobre "el calorcito" se despacha con "sÃ, pero peor es no saber qué puta querés hacer con tu vida". El fercho vuelve a su casa y se echa a llorar sobre el hombro de la jermu.
* El devoto de todo: SubÃs a su coche y apenas cabés, porque están la Virgen, el Gauchito Gil, una cruz gigante, San La Muerte y por todos lados calcos y colgantes de cuanto santo exista.
* El mago: Te das cuenta de que jamás otra persona podrÃa manejar ese auto. Sólo él sabe cómo abrir la puerta con un golpe, cómo llevar la marcha derecha a pesar de que las ruedas delanteras van cada una para un lado distinto, cómo sostener una conversación entre ruidos de chapas temblorosas y correas al borde del colapso, cómo no morir carbonizado con un trapo como toda tapa del tanque de combustible y cómo frenar sin tener frenos. Cuando bajás, y ves a la tarantela con ruedas yéndose, ves en la luneta trasera la calco que dice: "No envidies mi progreso si no sabes cuánto me he esforzado por él".
Comentarios
fue en el 2002: habia salido de la facu a las 9,y entre pito y flauta llegue a la parada a las 12 de la noche... una puta soledad en la calle,era la epoca donde los coles dejaban de pasar a las 12 clavada.
esperando como un gil a un colectivo que no iba a venir aparece un remixero y me dice: "pa donde va"...a lo que contesto "a la liguria"-"vamo" ,me dice.
subi todo bien, me parecio raro nomas los ojos saltones y bien abiertos del remisero,por suerte no estaba escuchando cumbia.
despues de unas cuadras, en la calle 6 y 9 de julio, sube un pendejo (yo iba en asiento acompañante)el pendex se sienta atras mio... al toque tuve un mal presentimiento....¬¬
el pibe se sento bien detras mio,tanto que sentia su respiraion en la nuca... sinceramente me cague todo.
ahi nomas entre a relojear todo con mas detalle y trate de estar tranquilo. mire al remisero una vez mas,haciendome como que veia a una mina pasar por el otro lado de la calle, el tipo tenia los ojos desorbitados, estaba como poseido por nose que clase de extasis, y el pendejito atras... en silencio muuuuy sospechoso,por el epejo retrovisor de la puerta lo veia y el me miraba la nuca,el costado... como midiendome...
me cago en la puta,me decia...estaba a la altura de la fabril...tan cerca de casa,que iba a ser capaz de tirarme de cabeza a la avenida si fuera posible....pero no,espere.
al vago le dije "me bajo en el regimiento,en la 25" cuando le dije esto miro al pibe de atras como riendose descaradamente, y le dijo "vos donde bajas",ni escuche lo que dijo el pendejo de mierda ese, yo estaba presignandome a dos manos.
le habia dicho que bajaba en la 25,el bago ya habia pasado la escuela Richieri e iba por carril central... yo miraba ¬¬
me avive y le dije,"entra aca,maestro"el como endiablado me miro y me dijo NO!...uuuh
chau viejos,me deci a mi mismo. el tipo le metio derecho y se paso la calle donde bajabadespues gira su cabeza hacia mi,mirando me me dice: "cierto,jefe,vo s te bajabas en la 25"...
le pego la frenada,yo estaba fuera de mi.
retrocedio y me dijo "lito, 2 peso" ...taka taka,me baje rapido,me temblaba todo, al toque el pendejo que iba atras se baja...el remisero le grita "pelotudo,vos te pensas que me podes afanar a mi?"el loco del chofer tenia un revolver apuntandole al pendejo...era un chorro,el pibe...el remisero estaba nervioso por eso...entonces el vaguito se manda corriendo,hacia villa mariano moreno, que esta en arribalzaga y av. rodriguez peña.
volvi a mi casa,que queda para el otro lado... diciendome "que bolastraca por hacerme la cabeza".
pero el momento fue raro, tenia sueño,hambre... eso me jugo en contra.
no hay que ser tan paranoicos.
bueno che,nos vemos por ahi...en algun remis colectivito
ADMINISTRADOR: ¿Viste? Al final fue un viaje como cualquier otro.
Basado en un echo real...
Los nombres han sido suprimidos para proteger la intimidad de los protagonistas, y sobre todo porque sigo esperando el bondy en la misma parada.
La tropical dancer nunca mas aparecio...
El duna`s driver sigue escuchando cumbiambas, con el mismo coche, y la misma frace: brranqueras por el pasaje ñerY¡¡¡
ADMINISTRADOR: Jaja, buenÃsimo, seguà mandando cosas.
ADMINISTRADOR: Es verdad, ese grupo existe, y opera permanentemente .
Tenés que haber subido "de civil", como cualquier laburante. Dejás que el quÃa comience con la tortura y de repente manoteás tu celular al toque, como si hubiera vibrado con una llamada, te lo calzás al oÃdo derecho (asà no puede escuchar), le pedÃs que baje la radio y empezás un diálogo ficticio como éste, donde sólo hablás vos y dejás un espacio de 5 a 10 segundos a tu supuesto interlocutor:
- Alfa 1, ¿qué pasa?
- ¿Cuántos rehenes son?
- QSL, manden 5 francotiradores en forma QRQ con orden mÃa de bajar todo lo que se mueva. Triangulen terrazas con vereda y no se crucen las lÃneas de fuego. No quiero menores muertos, ¿está claro?
- No, Delta 4, ¡le recuerdo que yo estoy al mando absoluto y no admito más de un 10 % de muertos civiles! ¡Cero rehenes muertos! ¡Cumpla mis órdenes o yo personalmente le pego un tiro entre ceja y ceja!"
... y ahà colgás, puteando y resoplando. Al toque le decÃs al quÃa:
- "Servicios de Inteligencia eran los de antes ... ahora, con estos pendejos que no se bancan nada grosso, me tienen de pelotudo. Decà que me las banco porque me falta poco para jubilarme".
Créanme, es infalible. El vago ya apagó la radio, sentÃs que viajás en limousine, prendió el aire acondicionado y cuando llegás a tu destino te dice: "Son dó peso nomá, Jefe, pero si no tiene cambio no importa, lo dejamo para otra vé". Y vos te fuiste desde Barranqueras hasta la Terminal.
Venganza, dulce venganza ... del consumidor.
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