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Aunque no se sabe el número exacto de nietas y nietos que buscan las Abuelas de Plaza de Mayo, fueron recuperados 133 y son 13 los que participaron del libro «Los nietos te cuentan cómo fue. Historias de identidad», publicado por editorial Marea para contarle a las nuevas generaciones cómo recuperaron su identidad.
Coescrito por Analía Argento y Mariana Zaffaroni Islas y con ilustraciones de Sabrina Guillino Valenzuela Negro, este trabajo recorre las historias de los nietos y nietas recuperados desde el momento en que fueron secuestrados y expropiados de sus familias a la recuperación de sus identidades. Las historietas simpáticas de Valenzuela Negro acompañan los momentos más crudos del libro, sin dejar de brindarle potencia al relato.
Anatole y Victoria fueron los primeros niños que se encontraron y que devolvieron la esperanza a las familias que buscaban sin cesar. Su historia confirmó que los niños estaban vivos y que restaba encontrarlos. La experiencia de cada uno los une pero guardan distintos matices. Mientras que Paula Eva recuerda la sensación de la separación de los brazos de su madre estando ambas encapuchadas, Natalia -hija de montoneros- repasa cuando su tía la encuentra y le muestra una foto de su padre. Algunos se enteraron de adolescentes y otros, como Juan José (el nieto 132) a poco de cumplir 50 años.
El hecho de asumir, de un día a otro, una nueva identidad resulta un proceso variable. «Hay casos en los que confirmar la identidad trae alivio, trae liberación, trae alegría, trae reivindicación y en otros casos esos sentimientos tal vez se postergan un poco más. En un principio hay rechazo, hay resistencia, hay miedo por lo que le puede pasar a la familia que crio», cuenta Zaffaroni en diálogo con Télam y explica a que esto se debe a que «no en todos los casos eran apropiadores o personas vinculadas a las fuerzas».
La propuesta del libro por parte de Zaffaroni y Argento fue ambiciosa en el comienzo: apuntaban a escribir las historias de los 132 nietos recuperados, en ese entonces. Desde la editorial, contrapropusieron reducir el material a 10 o 12 historias para alcanzar a publicar el libro en el contexto de los 40 años de democracia ininterrumpida en Argentina y que sea dirigido a adolescentes, para aprovechar el lanzamiento de la colección para Adolescentes de Marea. Llegado a un acuerdo, las escritoras salieron a recopilar las historias.
«Nos parecía importante especialmente en tiempos en los que a partir del discurso que ahora es oficial del presidente Milei y la gente que lo acompaña se niegan cosas que antes estaban aceptadas. Muchos chicos jóvenes y adolescentes no saben realmente qué pasó en los años ’70 ni en la dictadura»Zaffaroni
«Nos parecía importante especialmente en tiempos en los que a partir del discurso que ahora es oficial del presidente Milei y la gente que lo acompaña se niegan cosas que antes estaban aceptadas. Muchos chicos jóvenes y adolescentes no saben realmente qué pasó en los años ’70 ni en la dictadura», advierte la escritora.
Zaffaroni incluye su experiencia en el libro. «La historia más difícil para contar fue la mía, que yo pensaba que iba a ser fácil porque la había contado innumerables veces en entrevistas, en documentales, etcétera. Creo que la palabra impresa tiene un peso y más si está escrita por mí, porque tiene permanencia», cuenta la nieta recuperada.
Otro de los desafíos fue la extensión. «Tenía una inmensa cantidad de recuerdos que me vinieron cuando me senté a escribir, tuve que elegir muy cuidadosamente qué cosas contar, qué recuerdos sumaban para darle una ilación a la historia, pero también cómo los iba a contar, desde qué lugar los iba a contar», recuerda sobre el proceso de escritura que significó «una introspección bastante importante».
Mariana Zaffaroni antes se llamaba Daniela. Le costó mucho aceptar el «Mariana». Para unir los dos mundos, a su marido se le ocurre recurrir al apellido «Zaffaroni» y le dice: Zaffa, lo que la ayudó en la transición. Pero además, el marido le dijo: «Las cosas son de una sola manera». «Él es, en mi caso, la cuota de sentido común que yo necesitaba para poder ir elaborando mi historia, quién era, cómo se sentía mi familia», señala la escritora.
Al cruzarse de vereda y empatizar con el dolor de su familia, que la habían buscado incansablemente, Zaffaroni decidió «dejar de engañarse».
«Aceptar las cosas como son para mí fue fundamental. Tengo que aprender a convivir con eso de la forma que encuentre pero sin desconocerlo y sin negarlo», concluye la nieta recuperada.
«Los nietos te cuentan como fue» representa el testimonio escrito y coral de quienes recuperaron su identidad para que haya memoria, verdad y justicia.
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Fuente Telam