Es la parte de los mundiales que nos obliga a una especie de entrega de tristeza en efectivo, y a la que luego seguirán incontables cuotas de melancolÃa y depresión. Hablamos, claro, de los primeros dÃas del torneo en que no hay partidos, esta vez por la necesaria pausa entre los octavos de final y los cuartos. Luego llegará el bache entre cuartos y semis, y después el desesperante y último intermedio previo a la final. Tras todo eso, la nada, los nuevos cuatro putos años sin Mundial.
"En cierto modo estos intervalos vienen bien para que la persona se vaya preparando y asumiendo que tarde o temprano todos los mundiales tienen que morir. Es la ley de la vida. El problema es que si no hay contención o al menos un tratamiento y una medicación adecuados, se puede llegar a la depresión crónica, la anorexia o el suicidio", advierte el psiquiatra Rogelio Raggietti, con una vasta experiencia en el tema (su padre se mató de un escopetazo tras el final del Mundial '82, y su abuelo se colgó de un jacarandá luego del torneo del '66).
Raggietti señala que el derrumbe anÃmico que representa la conclusión de un Mundial tiene el agravante, con respecto a otros estados traumáticos, "que en el 97,3% de los casos, la boluda de la mujer no se da cuenta del drama que está viviendo ese hombre que después de ver partidos a todo o nada entre Holanda y Brasil o Argentina y México, de golpe tiene que volver a mirar Colón-Gimnasia, Platense-Aldosivi o cualquier otro partido de nuestras ligas carachentas".
Efectos devastadores
El especialista explicó que ese efecto devastador "se puede superar con facilidad si la selección del sujeto es la que gana la Copa, porque el logro deja una estela de felicidad remanente que cubre un perÃodo de tiempo suficiente como para que, al disminuir y amesetarse, permita que la persona 'enganche' con la rutina normal previa al torneo".
Sin embargo, es obvio que eso alcanza, cada cuatro años, a los habitantes de un solo paÃs. "Para el resto es duro, sobre todo en los casos de eliminación prematura, porque es como una eyaculación precoz. Los italianos, por ejemplo, van a estar por lo menos tres años sin tener erecciones como las anteriores a este Mundial, y lo peor es que probablemente seguirán votando por Berlusconi, porque representa el ideal de llegar a viejo siendo un pelotudo pero por lo menos garchando trolas", dice Raggietti.
Los sÃntomas
¿Cómo se puede detectar que un miembro de nuestro entorno está en una fase peligrosa tras la bajada de telón de un campeonato mundial de fútbol? Raggietti menciona los siguientes sÃntomas:
* El sujeto hace zapping constante y frenéticamente recorriendo los canales de deportes, y mira compulsivamente el papelito plegado con el fixture que le dieron en el supermercado.
* Al mirar en TyC un partido de una liga local, y ya en la primera fecha, pregunta cosas del tipo "y con este triunfo, entonces, ¿Cambaceres estarÃa jugando octavos contra Eslovaquia?"
* Dejará de odiar "Waka Waka", y hasta le parecerá genial el baile pelotudo de Shakira.
* En el acto de la escuela del nene por el 9 de Julio, se abrazará con otros padres hombro a hombro,y gritarán el Himno con el coro gutural aprendido de las transmisiones del Mundial, revoleando camisas y ante la mirada de espanto de directora y maestras.
* Obnubilado por los colores de la camiseta, saldrá a festejar a la calle, solo, como un nabo, cada victoria de Racing.
* No soportará que en las transmisiones ya no se hable mal de la pelota.
* Saldrá en las tardes sin entender por qué esa gente que camina alrededor ya no está dispuesta a saltar abrazándose con cualquiera. A veces increpará de buenas a primeras al primer desconocido con que se cruce. "¡Claro, hijo de puta, ahora ya no somos del mismo paÃs, ¿no?!", gritará, empujando el pecho del otro.
Raggietti, ante estos sÃntomas, dice que "hay una falta de grandeza muy marcada en las mujeres, que en lugar de llamar a amigas para petear en conjunto a ese ser que está sufriendo y necesita contención, dice cosas totalmente inadecuadas, como el clásico 'tanto lÃo por veintidós tipos atrás de una pelotita' o barbaridades por el estilo. Por eso crecen las relaciones homosexuales y se lucha tanto por el matrimonio gay. Con una patrona que sea otro tipo, esto no va a pasar", teoriza.
El especialista remarca que, en cualquier caso, ante las señales indicadas, lo más conveniente es recurrir con urgencia al club más cercano a su domicilio.
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Comentarios
El morfi y el chupi son siempre alternativas a la falta de Fulbito.
Piensenlon.
A: La gente del Directorio mandar a preguntar que si serÃa a la canasta (que cada uno lleve su carne, su carbón, su parrillita...)
A: Jio jio jiooooo
A: Seeeee, totalmente!
Anguceras a partir de mañana recen por favor recen, tres años?
Doncrai: Jaja, sÃ, la pifió el doc. Gracias, pedazo de loba.
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