Si de tanto en tanto no nos mintiéramos algo, deberÃamos tirar la toalla, o subir a la terraza de un edificio con un rifle en buen estado y una mira telescópica que funcione bien. No caben dudas de que conviene más faltarse a la verdad.
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Efectivamente, hay autoengaños, más o menos legitimados por el uso social, que nos permiten seguir respirando o, al menos, sacar la nariz de debajo del pantano a tiempo.
Vashamo salosejemplo, vashamo.
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"No pueden mirar a sus hijos a los ojos". ¡Uuuuh, las veces que hemos escuchado esto! La frase, de tanto en tanto, aparece ingenuamente cuando nos asquea la situación de un turro que en dos años de función pública dio vuelta como un guante su estilo de vida y de vivir con la venta de empanadas y andar a pata pasó a habitar un semipiso céntrico y rascarse las tetas en algún bar todas las mañanas.
No, hermano, esta clase de forros no sólo miran a sus hijos a los ojos, sino que ¡hasta les dan clase de ética! Es más, se emocionan como el que más cuando los pibes terminan la secundaria, se indignan cuando los nenes les cuentan que en el colegio todos dicen que su viejo es un chorro y demandan a cuanto tipo se atreva a decirles lo que son: ladris de cuarta.
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"Seguro que ella lo guampea". Módico consuelo del vago que no entiende por qué, si se leyó las obras completas de Kundera y Grass, si se sabe de memoria 54 poemas de Neruda y Benedetti, si escribe como los dioses, si es buena gente, si nunca cagó a alguien, la tremenda yegua que comenzó a laburar en la oficina en marzo termina enganchándose con el jefe de personal, que dice "estuvistes" y ocupa el megaequipo de audio del auto para escuchar a David Bisbal.
Es lógico: la única que queda, para no caer en el callejón sin salida de descubrir que la vida es una trampa mierdosa, es pensar que ella se deja clavar por la guita o para pasar a planta, pero le pone cuernos al tipo hasta en las parcelas libres que tiene en la nuca.
Pero, ¿sabés qué?¡Es casi seguro que la pelotuda lo ama!
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"Ese auto en ruta es una mierda". Otra válvula de escape para la sana envidia enfermiza. Resulta que vos sos, digamos, médico. Encima de los buenos. Encima honesto. Encima recontra humano. Pero otro doc, chanta, con menos capacidad que un dedal y más forro que el papel araña, engancha una carambola de pacientes adinerados y un curro ilegal con una prepaga, y en seis meses de ejercicio profesional se compró un auto que en el 2094 va a seguir siendo moderno.
Vos, en diez años de romperte el orto, apenas llegaste al Gol '96.
Entonces, te hace bien que otros boludos como vos te digan que el auto de él es una cagada, que en ruta tiembla mucho (claro, cuando pasa los 320 km/h), que "consume un montón" (¿y qué, si él no necesita, como vos, cargar mitad súper y mitad normal?) y que "el chorrito de agua para limpiar el parabrisas no es tan fuerte como el del Gol".
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"El vago no la quiere". Idea que acuerdan convertir en verdad irrefutable las mujeres que ven que la integrante de su grupo a la que más bagarta e insulsa consideraban, se engachó un vago más joven, en buen estado y que se la garcha hasta mientras corta el pasto.
Las trolas llegarán a la conclusión de que él está con la otra por la plata (aunque él gana más que ella), que es un cómodo de mierda (aunque en la casa hace más labores domésticas él) y que está esperando el momento de sacarle los órganos para venderlos al exterior.
A diferencia de los hombres cuando ven a un miembro del grupo engancharse una loba increÃble, las mujeres piensan todo eso pero, además, terminan diciéndoselo a la amiga en cuestión. Si la otra no corta la relación, indefectiblemente le dirán que lo vieron a él haciéndole un pete a un ovejero alemán.
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"Tanta plata y no la disfrutan". Otra mentira piadosa y oxigenante que nos prodigamos cuando vemos el feliz uso que los corruptos conocidos dan a la guita que sus manos sacaron de las latas del Estado y/o cagando giles.
Pero en el fondo, más de cuatro se mueren por "sufrir" lo mismo que ellos, y la prueba es que en cuanto tienen una oportunidad de chorear y pararse para todo el viaje, lo hacen con una sonrisa de oreja a oreja y sin ningún remordimiento.
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"En esos paÃses donde todo funciona, nos envidian el quilombo que es esto". Un invento tan argentino como el colectivo, la birome  y Lilita Carrió.
Según la teorÃa que subyace en la frase, los habitantes de naciones desarrolladas y sociedades profundamente democráticas, quedan fascinados cuando conocen la Argentina porque "allá es todo previsible y acá el caos les hace hervir la vida en las venas".
De tanto en tanto, aparecen holandeses, suizos, canadienses y otros afortunados para respaldar esa afirmación, diciendo que, efectivamente, adoran la desastrosa cotidianeidad argenta.
Lamentamos pinchar la burbuja, pero son tipos oriundos de Monte Chingolo, que cobran un toco de guita del gobierno para hacernos creer que vienen de afuera y que piensan eso.
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"Ya se arregló con otro, pero me sigue amando a mÃ". Consuelo del macho argento cuando lo mandaron a la recontra mierda, después de diez mil cagadas, y en vez de llegar la reconciliación número doscientos, llega la noticia de que ella se enganchó con otro tipo.
No, flaco, no te ama más una mierda. Es más, el nuevo, de una, le hizo la cola que a vos te negó cinco años.
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"Consiguó una jubilación de privilegio pero no sabe qué hacer con su vida". Magro pero precariamente eficaz pensamiento que esgrimen los infelices que tienen que laburar catorce horas por dÃa para ganar la cuarta parte de lo que el vecino, con dos años menos de edad, cobra a modo de jubilación "de régimen especial".
Es cierto, el turro no sabe qué hacer con su vida: no sabe si viajar a Brasil en septiembre o esperar al verano, si ir al cine o comprar el DVD para verlo en su casa con el home theater de diez mil dólares, si lavar el auto o cambiar directamente de modelo, y asà sucesiva, sucesiva, sucesivamente.
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"Si no vuelve es que no era para vos". Ecuación-consejo-confortación que suelen brindar los amigos a quien fue colgado por su pareja y empieza a atravesar el interminable desierto del olvido.
Es un recurso, sobre todo, de mujer a mujer. Pues, no, queridas hembras: a lo mejor era para ella, y la relación podrÃa haber sido La Relación, pero la pelotuda la recontracagó con inseguridades, exceso de bola a los consejos pajeros de ustedes y demasiada atención a las reflexiones hÃper boludas de las protagonistas de Sex and the city.
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Comentarios
. Nadie la amará como yo.
- Me va a extrañar
. Nunca me olvidará..
¡MENTIRA!!.....¡PORCA MISERIA!!!*¡%&" @*Ç!...Pero por lo menos cuando nos decimos otra clásica: "No me vuelvo a enamorar", ni nosotros nos creemos, porque sabemos que no será asà JEJEJE
"Es un boludazo inútil (igual a todos) que apenas aguanto, pero al menos éste me garcha..."
jejejeje...
...
(suspiro)
:D
A falta de frase re-moralizante o autoengaño, encontré mi consuelo haciendo lo propio con muchachas reciencumplidalamayorÃadeedad-ñeras..
Si no os puedes venceros, únete a ellos!!
A: ¡Esa éeeeeee!
Me hace acordar al hijo de mil puta que vive a media cuadra de la avenida Sarmiento y que lo putean cuando sale a caminar o al otro diputado que es canoso y tiene los pelos parado pero se la come doblada.
A: No tenemos la más minimÃsima idea de a quiénes te referÃs.
A: En el caso de Heffner no es por la plata, es por la vida.
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