Angau Noticias

Un hecho de inusitada gravedad, por importar un flagrante atentado contra la libertad de prensa, tuvo como protagonista en Venezuela al periodista y escritor Chuñi Benite, enviado especial de Angaú Noticias para la cobertura del proceso electoral que culminó el domingo en ese país.

El intelectual de Villa San Juan fue demorado en la frontera cuando emprendía el regreso a la Argentina, y allí fue interrogado durante dos horas, además de quitársele todas las toallas, perchas y sábanas del hotel en el que había estado alojado.

 

"Jueron momento terrible, donde llegué a temer que también encontraran y me sacaran una nobuk que le manotiamo a lo enviado de España", dijo Benite en comunicación telefónica con la redacción central de este portal. El Grupo AN denunciará el delicado episodio ante la Sociedad Interamericana de Prensa, la Comisión de Derechos Humanos de la OEA, la Cancillería nacional y la Cámara Argentina de Toalleros.

 

Inaudito procedimiento

 

Por dificultades con los vuelos (no había ninguno entre Caracas y Buenos Aires que costara 150 pesos o menos), AN había programado el retorno de Benite al Chaco del mismo modo que había organizado su llegada a Venezuela, es decir haciendo dedo, de modo de favorecer un mayor contacto del prestigioso cronista con la realidad latinoamericana.

Al llegar a la frontera con Colombia, el pequeño camión transportador de cerdos en el que viajaba Benite fue detenido por una patrulla de policías y militares venezolanos, quienes encontraron en la caja del vehículo al periodista durmiendo sobre un colchón de lechones. No sólo que fue despertado a los gritos, como si en América Latina no se pudiera descansar en paz, sino que además se le incautaron de inmediato sus dos cajas de Talacasto Tinto Premium, un cartón con 18 atados de cigarrillos Rodeo, un ejemplar de la publicación socialista Pornoshow Visual Technicolor y su grabador de periodista.

"Me llevaron como a chicharra del ala hasta una oficina lenta donde me preguntaron de qué trabajaba, dónde, para quién, ecsétera, ecsétera, ecsétera. Cuando le dije que era del Chaco jue pior: me cagaron a tongo mientra decían 'por culpa de esto guampudo no pudimo vé Argentina-Brasil el otro día'. Lespliqué que al partido lo habían organizado los puto de Sarniento y que yo soy de Foreve, pero no me daban bola y seguían fajándome", contó Benite.

El autor de "Reite haora que te dentró asta la buseca", "Sien año empomando a Soledá" y "La insoportable lebedá de tu cachuncha", entre otros reconocidos éxitos literarios, dijo que luego, pese a su airado reclamo en pos de que se respetara su privacidad, los uniformados abrieron su bolso de viaje, donde encontraron 82 toallas que tenían bordadas el logo del hotel "El tiburón rengo", hospedaje de Benite durante su estadía en Caracas. También hallaron 55 perchas, 31 juegos de sábanas, tres picaportes de puertas, un cajoncito de mesa de luz, ocho focos de 60 watts, cables aparentemente arrancados de una instalación eléctrica y un accesorio para ducha.

"Videntemente jue un atropello descarado pa tratá de silenciarme, porque usteden saen que, como me dijeron lo de la alministración del hotel cuando yo dentré ahí, 'estaba todo pagado', o sea que cualquiera con do dedo de frente se da encuenta de que eso sinifica que uno se pué llevar lo que quiera", explicó Benite.

 

Retenido durante dos horas

 

El escritor relató que además de quitársele los elementos tomados del hotel, fue sometido a un largo interrogatorio acerca de las actividades desplegadas en Caracas y sus informes periodísticos a AN. "Les dije que había venido a ver si el jetón Cháve ganaba o no, y si el hecho de que Maravilla Martíne le había reventado la jeta al hijo hace poco influía o no en el eletorado", comentó sobre la indagatoria.

"Ademá, todo el tiempo trataban de confundirme, videntemente con el ojetivo de destruirme sicológicamene vamoecí, porque me hablaban permanentemente de 'La Republica Bolivariana', cuando yo sabía perfetamente que no estábamo en Bolivia", contó.

"Asegún ello -prosiguió- había contradicione nomateígo en lo que yo decía, así que me metieron en una celdita de mierda sin darme ninguna esplicación. Exigí que me permitieran hacer un llamado a mi abogado y dije que el procedimiento era nulo de nulidá acsoluta porque no me habían leído mi derecho, pero se cagaron de risa. A la final me dejaron hacer el llamado, pero me acordé que yo en la puta vida tuve abogado".

"Acá vastar hasta que te pudra", le dijo uno de los guardias. Benite reafirmó su temple. "En lugar de ponerme a llorá como mina, como hubiera hecho un hincha de Sarniento o de Boca, me dije que tenía que resitir como sea. Empecé a hacer flesione de braso pa no venirme abajo, acdominale pa mejorá la osinegacion del celebro, trotecito alrededor de la celda pa no perdé tono muscular. Junté las cucaracha que pude y las ordené en junción de tener niquesea cuatro para cada día pa ingerí proteína, con la uña hice palito en la paré pa contá los día de cinco año y no perderme en la locura atemporal, astillé unas madera pa tené juego en el invierno, junté la meada en unas hoja de gomero para un caso estremo de falta de agua, le pinté uno ojo y una boca a un coco pa hablarle y no volverme loco por la soledá de lo año. Lloré ante la posiblilidá de tené que hacer como Papillón y guardarme la guita en el ojete. Y entonce vino un milico y me dijo: andate a la puta nomá viejo de mierda, que no te vamo a está dando de comé grati acá".

Benite, ahora, viaja en un viejo Citroen 3CV por el interior de Colombia, rumbo a la frontera con Ecuador. Se espera su llegada al Chaco para los primeros días de diciembre.

 

 

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