En un momento en el que la sociedad descree de su dirigencia polÃtica y social, y de instituciones clave como el servicio de justicia, la búsqueda de referentes que simbolicen los valores perdidos se vuelve espontánea y casi desesperada.
Quizá por eso Raimundo Castor, con su programa periodÃstico de investigación, logra en un horario televisivo altamente competitivo posicionarse con buenos niveles de audiencia y, al mismo tiempo, se consolida como una figura respetada y admirada.
Su valentÃa y su compromiso, combinados con una filosa perspicacia, le permiten cada semana desnudar negociados y fraudes que tienen una vÃctima en común: el ciudadano. "Yo siempre digo que cuando alguien roba, hay otro que es robado", dice él al reflexionar sobre su obsesión por identificar y exponer a quienes se aprovechan del prójimo.
En una rica charla con Angaú Noticias, el periodista habla de las mafias que logró desmantelar, de los nuevos desafÃos de la prensa, de las relaciones con el poder y de un paÃs en el que no pierde la fe: "Estoy seguro de que en dos o tres mil años esto va a ser otra cosa".
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Una elección de vida
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-Tu último informe, sobre la mafia de los vendedores de naranjas en los semáforos, impactó mucho.
-SÃ, es verdad. Demostramos que cuando alzan la bolsita ofreciendo la docena de naranjas en realidad entregan ocho naranjas de tamaño normal y cuatro chiquitas. Es como si en realidad entregaran once. Si calculamos que en los semáforos del paÃs se venden cada dÃa unas 32.000 docenas de naranjas en esas condiciones, a un promedio de 13 pesos cada una, tenés algo más de un peso por cada docena que está siendo cobrado indebidamente. Son 32.000 pesos por dÃa. En mil años serán 11.680 millones de pesos. ¿Sabés cuántos hospitales se pueden construir con eso?
-Lamentablemente, nos contabas recién, están todos libres.
-Cuando pusimos al aire el informe un fiscal actuó de oficio y ordenó la captura de los seis vendedores que aparecÃan en nuestras cámaras ocultas. Pero vos sabés cómo es esto. A las tres semanas ya estaban en la calle. Tengo entendido que dos de ellos ya están otra vez en los semáforos, ahora vendiendo copas hechas con cuellos de botellas.
-También pegó bastante el trabajo que hicieron sobre la mafia de los taxistas con aire acondicionado.
-SÃ, ese laburo, en realidad, te confieso que fue una especie de desafÃo personal, porque mi propia mujer fue vÃctima de estos tipos.
-Se cobraba un diferencial al pasajero para encender el aire del auto.
-Exacto. Cobraban tres pesos por encima de la tarifa normal si vos querÃas que el taxista prenda el aire. Mi esposa habÃa hecho un viaje de menos de 30 pesos. ¿Más de un diez por ciento de recargo por el aire?, pensé yo. Fijate cómo a veces la investigación se dispara por un datito en apariencia sin mayor valor, ¿no?
-¿Siempre te surgen asà los temas?
-No, no, puede venir de distintas formas. En este caso, como te dije, me llamó la atención la relación entre el plus que cobraban y la tarifa total del viaje. Hablamos con especialistas en aire acondicionado del automotor, con dos ingenieros de la UTN que hicieron los cálculos de consumo de un Corsa -el auto más usado hoy por los taxistas- con y sin aire activado, tres psiquiatras habituados a tratar con choferes y un argentino que vive en Alemania y nos explicó cómo era el tema allá.
-De ahà salió que como mucho deberÃan agregar un 8% a la tarifa normal.
-SÃ, como mucho un 7,86 por ciento más.
-Tampoco pasó algo.
-Nada. Nada de nada. Excepto que tres taxis ya me dejaron todos rayados los dos costados de mi auto.
-¿Y cómo llegaron a lo de la mafia de las señoras que toman el ruedo?
-Una noche, tipo tres de la madrugada, llaman a casa. Atiendo, imaginate a esa hora, lleno de temores por alguna mala noticia. Pero no, es un tipo que me dice "Castor, investigue a las mujeres que toman ruedo de los pantalones". Por qué, le pregunto, pero el tipo corta.
-Y te quedaste carburando en el asunto.
-¡Claro, vos sabés cómo es esto cuando uno lleva el periodismo en la sangre! Nos pusimos a tirar lÃneas con el equipo, hasta que salta la cuestión central. El tipo tenÃa razón.
-Descubrieron que esas mujeres, cuando uno les lleva un pantalón para que lo acorten, doblan el ruedo pero se quedan con una parte de la tela sobrante.
-SÃ, y que con esos retazos hacen servilletas, o adornos en otras prendas, o que los venden a los talleres mecánicos para limpieza. Según nuestro informe, cada año en el mundo se mueven 800 millones de dólares en ese mercado. ¿Y vos te creés que la justicia hizo algo?
-Imagino que no.
-Cero total. Lo único que se hizo fue citar a sede policial a las tres mujeres que aparecÃan en las cámaras ocultas. Una de ellas incluso se abstuvo de declarar.
-¿La señora hemipléjica?
-Exacto, ella. Hay muchos intereses detrás en todas estas cosas.
-¿Nunca temiste por tu vida?
-SÃ, una vez me encontraron una mancha en un pulmón. Cagué, me dije. Por suerte era catarro nomás.
-SÃ, ¿pero alguna vez temiste por tu vida en algo que tenga que ver con tu trabajo?
-(Piensa) No, n... ¡Bueno, sÃ, claro, cuando pasó lo de la mafia de las bolsitas para hacer hielo!
-Que te dan 98 en vez de 100, en el paquetito.
-Se armó terrible quilombo con eso. Me dijeron -yo no lo vi, la verdad- que hasta salió en algunos portales de España.
-¿Te amenazaron?
-Sutilmente. Todas las mañanas, al salir de casa, habÃa un cubito derritiéndose frente a la puerta. Te confieso que pensé en irme del paÃs. Pero después uno se centra, se recompone y sigue adelante.
-Este es un momento en el que vuelve a discutirse mucho el rol de la prensa y su relación con el poder. ¿Vos cómo lo ves?
-No sé, no me interesa profundizar mucho en eso, para mà es sólo sexo. No significa que los ame ni que ellos me amen a mÃ. Me importa más el vÃnculo con la gente.
-¿Tenés algún modelo entre los periodistas?
-Me gusta mucho Santo Biasatti.
-¿Los temas que trata o qué?
-Que no se rÃe. Creo que eso habla bien de un periodista.
-¿Pero por lo que eso significa decÃs?
-Porque no se rÃe. No sé si te acordás de esa vez que a continuación de Telenoche empezaba un programa con Fanny Mandelbaum y Karina Mazzocco, y las sacaron al aire para promocionar la nueva producción. Ellas quisieron chichonear con él, le hacÃan bromas, y él no se reÃa, se quedaba serio.
-¿Pero vos qué querés decir?¿Que eso es un valor y por ese valor te gusta?
-Me gusta que no se rÃe. Las minas lo re-chichoneaban y él seeerio nomás. "Vamos, Santo, rÃase", le decÃan las tipas. Santo, serio. "Se va reÃr, fijate", se jugó la Mandelbaum. Santo serio. "Dele, una sonrisita", casi rogó la Mazzocco. Santo, serio. Y las despidió asÃ, dejándolas como unas pelotudas. Se podrÃa haber reÃdo, era la fácil, pero no: él se la bancó y se quedó serio. Mirá, me acuerdo y se me pone la piel de gallina.
-Otro buen tema para investigar, ¿no?
-SÃ, la mafia de las mujeres que tientan a los periodistas serios. Fijate que después el programa de las minas no duró un pedo. Siempre le digo a mi mujer que capaz que era todo nomás para ver si lo hacÃan reÃr y le cagaban la carrera.
-Sin embargo a veces en su programa de TN trata cada tema pelotudo que parece Rial o Gelblung.
-¿Pero se rÃe? No, ni ahà que se rÃe.
-¿Se puede anticipar algo del programa que viene?
-(Se sonrÃe) Un poquito, para no avivar giles. Vamos a salir fuerte con la mafia de la pizza por metro.
-Ojalá que esta vez caiga alguien.
-Ojalá.
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Video relacionado: El dÃa en que quisieron destruir la carrera de Biasatti
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Comentarios
Vaya mi apoyo incondicional a a todos los periodistas independientes, su prédica contribuirá a que nuestra provincia tenga un futuro mejor.
A: No, de momento sólo estamos en Chipared.
Eso nunca ha existido en el Chaco ni volverá a existir !!!
Espero que no censuren este comentario
Después fuà hasta un almacén, cuyo dueño es amigo mÃo y en su balanza daba 950 gramos.
No pude seguir con mi investigación porque me olvidé en donde estaba el comercio donde compré el higado.
Tengo la sospecha que es una práctica generalizada.
Le hago llegar esta información a Raimundo para que se ocupe del tema.
Su obra es encomiable y con muchos como él conseguiremos un mundo en donde valga la pena vivir.
!Adelante Casto (r)!- Su valentÃa me conmueve
Puede considerarme un admirador.
Vaya desde este lugar mi aliento y mi apoyo.
A: Raimundo dice que la mafia del hÃgado es un tema que vienen trabajando desde 2009 y que en cualquier momento salta.
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