"Estoy hecho pelota, muchachos, destrozado, ¿no podemos hacer la nota otro dÃa?" La voz del árbitro internacional Carlos Amarilla suena plana, desprovista de vida, atorada en un limbo más allá de congoja.
El réferi paraguayo nos atiende a través del portero eléctrico de su edificio en Asunción. Finalmente, accede y nos permite ingresar.
En el departamento (amplio, con vista a una ciudad que navega en el silencio de la medianoche) el aire huele a lavanda. Amarilla viene desde una pequeña barra con dos vasos repletos de jugo de naranja helado.
-Usted fue fundamental en la clasificación de Boca a semis, cuando bombeó al Corinthians. No les cobró un penal ni un gol a los brasileños y los de Bianchi pasaron la serie.
-SÃ, la verdad que fue una cosa muy linda. Es muy gratificante cuando uno puede ser determinante en la clasificación de un equipo. Es algo que no tiene precio. Bah, sÃ, tiene, pero ustedes me entienden la idea.
-SÃ, claro. ¿Y qué pasó que no pudo estar en el partido con Newells?
-DecÃan que no era "prudente" que yo jugara como volante de contención entre Román y el Burrito MartÃnez. Son puntos de vista. Y encima parece que ya estaba cerrado el libro de pases.
-No, pero yo no le preguntaba por qué no estuvo como jugador, sino por qué no estuvo como árbitro.
-No sé, esas cosas que por ahà pasan y que te hacen tener ganas de tirar todo y dedicarte a otra cosa. Yo querÃa, pero la Confederación Sudamericana dijo que no. Ellos sabrán por qué.
-¿Cómo vivió el partido de Rosario?
-Lo miré acá, por televisión. Y... qué querés que te diga. Estoy mal, devastado. No se puede creer.
-¿Boca erró el planteo?
-¡SÃiii, totalmente, tenÃa que liquidarlo en los 90 minutos!
-Un juego más agresivo, dice usted.
-No, arreglar con el colega. No puede ser que vos llegues a semifinales de una Copa Libertadores y no tengas para mojar un árbitro. Eso habla de la mediocridad de la dirigencia del fútbol de Sudamérica hoy. Lastimosamente es asÃ.
-¿No se hizo ningún cuestionamiento ético a sà mismo por lo del partido contra Corinthians?
-Y sÃ, obvio, siempre te cuestionás. Revisás lo que hiciste y por ahà te sentÃs mal. Les tendrÃa que haber dado la oportunidad a ellos también de hacer una oferta. Pero bueno, ya pasó, ya está. No sirve de nada llorar sobre la valija derramada.
-Se lo criticó mucho, se lo acusó de parcialidad.
-No, para nada, para mà cuando entro a una cancha no hay un equipo que valga más que el otro. En este caso, para mà eran lo mismo Corinthians y Boquitademicorazónmividatebancohastaquememuera.
-¿Se va a comunicar con la gente de Boca?
-Recién estuve mandando mensajes, y tuve la gran alegrÃa de que al toque me llamó Riquelme.¡No lo podÃa creer!
-¿Y cómo lo notó?
-Mal, por supuesto. Erró un penal, no tuvo peso en el partido... Pero es un grande. Hay que tener mucha fortaleza espritual para haber hundido el Titanic y sobreponerse a eso al punto de convertirse luego en figura del deporte.
-¿Va a dirigir en las semifinales de la Copa?
-No creo. Por lo que te dije de la Confederación y porque del partido con los brasileños me quedó un tirón. Fue al saltar para cabecear en un centro que habÃa tirado Blandi. Mala suerte.
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Comentarios
El departamento jurÃdico de la Unasur está analizando si Amarilla (Boca tiene una casa con el nombre del árbitro en su honor y se lo designará jugador No. 12. La hinchada pasará al No. 13, ) forma parte de una conspiración para desestabilizar la Unasur y el Mercosur.
Ampliaremos.
A: ¡Juaaaaa!
A: >D
Avise cuando vuelva a la Argentina, que hay un par de amigos del Paraguay que lo quieren conocer. Lo buscaron por todo Asunción luego de enterarse de que le truchó una entrevista a Amarilla y ahora están por acá ...
Son los deseos de un mero simpatizante de Boca.
Valioso aporte de Pepe.
"La pelota no se mancha" (El Diego).
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