Llevamos cuarenta y cinco minutos golpeando las manos frente al tejido que rodea a la casa de Chuñi Benite, en Villa San Juan, y sólo los doce perros que descansan en el amplio patio parecen darse por enterados. Levantan apenas las cabezas, miran hacia los lados, parecen no ver la hora de que desistamos y ellos puedan seguir durmiendo.
A las once y media nuestro esfuerzo rinde frutos. Los viejos postigos de una de las dos ventanas que tenemos enfrente se abren, y asoma el literato con la cara arrugada por el impacto de la luminosidad solar. "¿Qué cajeta tienen en la cabeza pa venir a romper las pelota la mañana?¡A la tarde le dije al al guampachata que me llamó ayer!", grita.
Benite se pierde de nuevo en las sombras del interior, y lo escuchamos que sigue puteando, aunque el sonido del viento norte chaqueño, cuando juega en los mangos, amortigua las palabras y borra algunas. La puerta se abre al fin, y el artista se aproxima hacia el estrecho portón de maderas y alambres, que abre con expresión de hastÃo. "¿Pasamos?", pregunto. "Y no pelotudo, si te viastar toriando", contesta el escritor con macerado aliento vinÃcola. El fotógrafo me mira. Reportear al creador del realismo ñeri siempre es trabajo áspero.
Pasamos a la casa, casi en penumbras. Las paredes blancas y densas, que transmiten una sensación de frescura. El techo de maderas, repleto de telarañas. El comedor es amplio y austero, con una gran mesa de algarrobo y alrededor una heterogénea dotación de sillas, silletas y bancos de plástico. Benite abre una alacena desvencijada. "¿Cocido, mate o Talacasto?", consulta.
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Marea ñeri
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Mientras nos acerca nuestras dos tazas y él se sienta con un vaso en la mano y el tetra-brick en la otra, me preguntó qué hará que este hombre tan poco sociable esté acercándose a los 20.000 seguidores en Facebook. Más de diez mil en la página de Acsión Ñerética, su movida literaria para llevar la poseÃa ñeri a los muros de la ciudad, más otros nueve mil y pico de contactos y seguidores en su perfil personal en la misma red social.
-¿Cree que usted vino a llenar un vacÃo?
-¡A tu hermana le vinieron a llenar un vacÃo, jio jio jioooooooo!
-Plutarco decÃa que cuando la vulgaridad ocupa el lugar del humor, significa que antes ocupó también el lugar de la educación del supuesto humorista.
-¿Y qué te importa a vó si era plutarco o héterosesual?¿Viste que vó nomá descriminá y só vulgar?
-Benite, no me interesa repetir lamentables experiencias anteriores con usted. Quiero solamente saber si le atribuye a algo en particular que tanta gente lo siga por internet. Si quiere me contesta, y si no quiere, no. Asà de simple.
-¡Ayyyy élllllll todo enojaaaadaaaaa!
-...
-Y no, ni idea. Jue todo medio de golpe.
-¿No tiene ninguna teorÃa?
-Pienso que capazmente é porque la gente necesita reyirse, pero sobre todo reyirse de las cosa que generalmente duelen nomateÃgo, porque cuando te reyà de eso, te reyà indiretamente de la muerte.
-No se entiende bien la idea.
-Uno se puede reyir por muchas cosa. Te podé reyir del cuento del oso que le pregunta al conejo que está cagando si no le molesta tener caquita en el pelo, y que cuando el conejo le contesta que no, se limpia con él su propio culo. É muy gracioso, y vó te reyÃ. Pero si vó te reyà de que la mina te colgó la galleta, o de que la guita no te alcansa ni para cambiarle lo gomine a la bici, o de lo sueño que no se cumplen, ahà ya testá riyendo de la muerte.
-¿O de la vida?
-No, si te reyà de las cosa que te van matando, testá riyendo de la muerte. Pa mà la carcajada é como un sapucai contra la muerte puta. Bah, puta no.
-¿Por qué puta no?
-Porque hace su laburo nomá, la pobre infeliza. A nosotro no joden las tarde del domingo nomá, la muerte se debe pasar con la cajeta agria desde el lunes al amanecer hasta el domingo a la siesta. Nadie le quiere, nadie le espera, nunca pudo soñar con un hijo, nunca vá cantá una chacarera medio en pedo a los grito con lo samigo, nunca se vacordar de un triciclo que volaba en las vereda atravesando nubes de puchero.
-Da la impresión de que no tiene vÃnculo alguno con los intelectuales del Chaco.
-A mà los grande inteletuale del Chaco y de todo el mundo que me chupen los dó güebo de ida y vuelta. En el caso de lo que de acá, son todo pelotudo que en la puta vida jugaron al fulbo. A lo sumo habrán jugado justo en eso dÃa en que la mitá de lo vago estaban castigado y no te quedaba otra que completá lo sequipo con lo pelotudo de la cuadra. Y un tipo que nunca patió una pelo, que nunca se revolcó en un baldÃo atrá de una bocha hecha con media o con un saché de leche, que mira un partido por tele y grita hasta en lo saque laterale, no me merece ni una feta de respeto.
-Suena estereotipado.
-A tu hermana lestán dando en estéreo mientra está tipeando. Decà lo que quiera, pero fijate y vaver. Grande, grande, son Eduardo Galiano, el Negro Fontanarrosa, Aledo Luis Meloni, Osvaldo Soriano, y todo jueron o son loco del fulbo.
-¿No habrá un resentimiento de su parte por no tener un reconocimiento -dirÃamos- oficial?
-Ni le busqué. No minteresa. Ya que hablammo del Negro Fontanarrosa, en una reporteación que le hicieron (pero bien hecha, no esta poronga de usteden ahora) dijo una vé que para su hijo deseaba dos cosa: que pudiera vivir haciendo lo que le guste y que su samigo se alegraran al verlo llegar. É genial la definición. Que tu samigo se alegren al verte llegar é el único reconocimiento que se necesita en la vida vamoecÃ. Y si encima te encajetá con una loba que taén te ama a vó, güe, te chorrea toda la felicidá por la jarra.
-Parece una forma de hacer creer que no le importa el reconocimiento de los pares.
-Conchatuvieja teviaciyá, ¿só sordo o qué? Lo ñeri del barrio son mi pare. No lo escritore célebre lento que bajan lÃnea progre en Bueno Saire y acá se callan toda las cagada de los gobierno a la ñerada porque acá cobran sucsidio pa mantener sus curro autobombÃstico, o los forro que escriben hermoso catálogo de lugare comune de la novela negra lenta y se ligan pensione de por vida, o lo que se creen que el arte recién está empezando conello y se la dan de sufrido bohemio pero son ñoqui de oro del Entituto de Cultura. Y hablando del Entituto de Cultura, ¿vo sabÃa que el Papa llamó pa pedir que lo que laburan ahà no tengan relacione entre sÃ?
-¿Por?
-Porque serÃa incesto. ¡Son todo pariente! Entonce, ¡andácagar con tu reconocimiento oficial! Se morfan guita con atividade poronga pal ñocaje y empleando a la parentela, y despué pa cosa realmente piola, como la que se hacen en el Centro Cultural Alternativo, no sueltan un mango y ni aparecen, porque ahà sà se hacen cosa pa los ñeri.
-Sabemos que está trabajando sobre su nueva novela, "Llorarás sobre mi matraca".
-Sactamente.
-¿Se puede adelantar un poco de qué se trata?
-Las cosa universale que están en todo lo libro, vieja. El encajetamiento, la vida, la muerte, lamistá, la lucha interminable entre el cagazo y los güebo. É un vago que siempre encuentra su samore a destiempo vamoecÃ. Se pasa año sufriendo por una mina que no le da bola, despué se mete con otra y aparece la anterior ahora encajetada con él pero él ya no siente lo mismo, confundido le deja a la nueva mina y se da encuenta de que está encajetado con ésa pero ahora ella ya no le quiere vamoecÃ, y asà siempre. Entonce él busca una forma de hacer que se junten sus tiempo con los tiempo de su encajetación.
-Hace poco, en Facebook justamente, usted escribió algo sobre su barrio. Me llamó la atención la repercusión que tuvo eso. EscribÃa gente que incluso vive en otros paÃses, hasta en Europa, y todos parecÃan haber vivido en la misma villa.
-Y alomejormente todo somo del mismo barrio. O quizásmente no hay un barrio, y nosotro no imaginamo nomá que habÃa una calle de tierra, una laguna, una canchita, una zanja con mojarrita, un camión regador, un heladero, un culo con chorcito que pasaba por enfrente. Da lo mismo si todo eso era real o no. En esos primero doce o quince año de vida lo único que necesitábamo era una pelo, una bici, dos viejo, lo samigo de la cuadra, los vecino cebándose mate. Má mundo que ése ya no hacÃa falta. Si habrá sido grande que ya casi no esiste y sin embargo seguimo caminando por ahÃ.
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Comentarios
A: Ocuparémonos.
Sin embargo, cuénteme como un seguidor más. Doy por sentado que su obra es excelente.
A: El literato sabrá entender y agradecer.
Lo del Papa !genial!
Yo hice de chico una vida parecida a la del Chuñi.
Recuerdo que regábamos la cuadra de tierra con agua de la zanja ( de desague , que el Chuñà no malinterprete) y el panadero nos pagaba con facturas.
Larga vida al Chuñi en Facebook
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