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Gimnasia y Esgrima La Plata vivió una jornada de esplendor tres décadas atrás, cuando se adjudicó la discontinuada Copa Centenario de fútbol, el único trofeo del ámbito profesional que ocupa las vitrinas del club en la sede de calle 4 y 51, en la capital provincial.
Un torneo que empezó en junio de 1993, para conmemorar en aquel entonces el siglo de fundación de la Asociación del Fútbol Argentino (AFA), y que terminó el domingo 30 de enero de 1994. Tan fútbol argentino que «no trates de entenderlo», como parafraseó mucho tiempo después Claudio «Chiqui» Tapia, el actual mandamás de AFA.
En esa final jugada en el estadio del Bosque platense, con más de 20 mil personas en las cabeceras, Gimnasia, dirigido por el fallecido Roberto Perfumo, obtuvo un recordado truinfo 3-1 sobre River Plate, en un encuentro pleno de matices.
En la primera etapa del certamen, con la dupla Edgardo Sbrissa-Carlos Ramacciotti como entrenadores, el «Lobo» dejó en el camino al clásico rival Estudiantes, con una victoria 1-0 en el choque de ida (gol de Guillermo Barros Schelotto) y empate sin goles en la revancha en 1 y 57.
Luego, Gimnasia batió a Newell’s por 1-0 en estadio de Estudiantes, con gol de Sergio Dopazo, en un cotejo por demás extraño que se suspendió a los 42 minutos del segundo período, cuando el elenco rosarino se quedó en inferioridad numérica con 6 jugadores, a partir de la lesión que afectó a Marcelo Escudero. Anteriormente habían visto la tarjeta roja Diego Castagno Suárez, el arquero Leonardo Díaz, Lucio Ramos y Aldo Soria.
En la tercera fase de la ronda de ganadores, Gimnasia continuó adelante con una victoria 2-1 sobre Argentinos Juniors, en cancha de Deportivo Español.
Entonces arribó la final de ronda de Ganadores, jugada en el estadio Chateau Carreras (actual Mario Kempes) de Córdoba ante el local Belgrano. El partido finalizó empatado 2-2, con goles de Gustavo Barros Schelotto y Dopazo para los «triperos», por lo que la definición del pasaje se resolvió a través de los tiros del punto penal, donde Gimnasia se impuso por 4-3. Ese encuentro se disputó el 7 de agosto.
Por su parte, River mandó a la zona de perdedores, tras derrotar a Boca Juniors (0-0 y 1-0) para luego perder con Racing (0-1), en cancha de Vélez Sarsfield.
En la ronda alternativa, el equipo que en ese momento dirigía Daniel Passarella hilvanó triunfos consecutivos sobre Independiente (3-0), Deportivo Español (3-2), Argentinos Juniors (2-1), San Lorenzo (3-2) y Belgrano de Córdoba (2-1), en partido jugado en Mendoza el 21 de enero de 1994.
Entonces, casi cinco meses después de su clasificación a la final, Gimnasia tenía la chance de clasificarse campeón de un torneo de Primera División, como había ocurrido en 1929, en tiempo de amateurismo.
La dupla Sbrissa-Ramacciotti había dejado el cargo por cuestiones económicas y la dirigencia del ‘Lobo’, encabezada por Héctor Delmar, contrató a Perfumo, quien había gozado de breves experiencias como DT en Sarmiento de Junín y Racing Club. El ‘Mariscal’ asumía así el puesto en una final por un título. Nada más y nada menos.
En aquella tarde sofocante de verano, Gimnasia gozaba de una ventaja adicional, además de la localía: en caso de empate en los 90 minutos se clasificaría campeón, por provenir de la ronda de Ganadores.
Pero no hizo falta apelar a ese artilugio reglamentario. River arrancó como para marcar diferencias de entrada y a los 30m. dispuso de un penal sancionado por el árbitro Javier Castrilli.
Pero Javier «Lolo» Lavallén, arquero local, voló en forma espectacular para mandar al córner un fuerte remate de Guillermo Rivarola. La incidencia respaldó a un «Lobo» que se puso en ventaja antes del cierre del primer tiempo, con una palomita del uruguayo Hugo Romeo Guerra.
River reaccionó apenas comenzada la segunda parte y estableció el empate por intermedio de Facundo Villalba. El encuentro, entonces, ingresó en un período frenético de intercambio de ataques, de un lado a otro.
A los 31m., y a la salida de un córner, Pablo «Moncho» Fernández desató la algarabía en la tribuna local. Y sobre la hora, el hincha del «Lobo» sintió tocar el cielo con las manos, a partir de una muy lucida definición del mellizo Guillermo Barros Schelotto, que decoró el 3-1 final.
-Síntesis-
Gimnasia (3): Javier Lavallén, Guillermo Sanguinetti, Pablo Morant, Hernán Ortíz y Sergio Dopazo, Pablo Fernández, José María Bianco, Pablo Talarico y Gustavo Barros Schelotto, Hugo Romeo Guerra y Guillermo Barros Schelotto. DT: Roberto Perfumo.
River (1): Sergio Goycochea, Hernán Díaz, Guillermo Rivarola, Ernesto Corti y Pablo Lavallén; Julio Toresani, Leonardo Astrada, Sergio Berti y Ariel Ortega; Facundo Villalba y Walter Silvani. DT: Daniel Passarella.
Gol en el primer tiempo: 44m. Guerra (G)
Goles en el segundo tiempo: 3m. Villalba (RP); 31m. Pablo Fernández (G); 45m. Guillermo Barros Schelotto (G)
Cambios en el segundo tiempo: antes del comienzo, Ramón Medina Bello por Silvani (RP); 27m. Hernán Crespo por Ortega (RP); 28m. Favio Fernández por Talarico (G).
Incidencia en el primer tiempo: 30m. Javier Lavallén (G) atajó un penal a Rivarola (RP). En el segundo; 44m. expulsado Hernán Díaz (RP).
Arbitro: Javier Castrilli.
Cancha: Gimnasia.
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Fuente Telam