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Foto: Prensa.

La cantante, autora, guitarrista y bailarina Clara Bertolini presentará el sábado por partida doble en la ciudad cordobesa de Cosquín el repertorio reunido en los tres volúmenes “De Palomas y Lorenzas”, que actualiza con impronta feminista géneros de las danzas folclóricas argentinas.

“Creo que este material aporta otra voz que no es que no existía antes sino que nadie quería escuchar. Es una voz que mira con otros ojos al pasado y sus tradiciones para contarla hoy desde esa una perspectiva distinta”, señala Bertolini a Télam sobre el carácter de su más reciente creación.

La artista mostrará “De Palomas y Lorenzas” el sábado desde las 19 en el Espacio Zamora (Sabattini 753), con entrada libre y gratuita y por medio de una charla-recital.

Ya en la noche coscoína (el Festival Nacional de Folclore de Cosquín se llevará a cabo entre el 20 y el 28 de enero) y también acompañada por Romina Bisciglia (guitarra), Grisel Delavault (bajo) y Camila Laguna (percusión), la santafesina actuará en la Peña La Salamanca (Gerónico 660).

Entre las formas coreográficas presentes en los álbumes se cuentan Palomita, Patria, Zamba Carpera, Tunante Catamarqueño, Remesura, Malambo, Triunfo, Calandria, Firmeza y Lorencita, ligando la tradición nativa con el rol de la mujer en ese entramado cultural y social.

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“Creo que este material aporta otra voz que no es que no existía antes sino que nadie quería escuchar. Es una voz que mira con otros ojos al pasado y sus tradiciones para contarla hoy desde esa una perspectiva distinta”Clara Bertolini

Además de las 30 piezas que integran “De Palomas y Lorenzas” (con ilustraciones de la artista visual tucumana Viviana Rivadeo Monteros y diseño de Antonela Sangalli), el camino de Clara incluyó ser parte de Achalay Dúo (junto a Emanuel Kluczkiewicz), la publicación del proyecto integral «Musiquitas con Orejas» (2021) y el registro de “Coplas Citadinas” para ser incluida en la primera edición del Nuevo Cancionero Federal, publicado por el Ministerio de Cultura de la Nación el año último.

-¿Cómo está siendo el camino trazado por «De Palomas y Lorenzas»?
– El camino de cualquier músico siempre es de ripio, el del músico popular te diría que es más sinuoso, el de un músico popular que hace temas propios y desconocidos tiene bifurcaciones y poca señalización y si además le sumás que soy mujer queriendo hablar de cosas de mujeres, ya se llena de pozos y animales sueltos (risas). Es un camino bastante difícil, pero no por eso menos placentero transitarlo. Como verás, me gustan los desafíos y creo que arriesgarse siempre es necesario cuando el impulso viene de adentro.

Desde antes de saber que existía el feminismo, ya cuestionaba el rol de la mujer en nuestra sociedad. Desde antes de estudiar al folclore ya lo estaba transitando espontáneamente en el seno familiar. Y toda mi convicción tan arraigada, es lo que me ha permitido llevar la obra adelante y sostenerla en el tiempo.

– ¿Qué significa acercar está propuesta al universo que genera el Festival Nacional de Folclore de Cosquín?
– Cosquín es ese rincón del país donde convergen muchas de las tradiciones y símbolos que hacen a nuestro sentido de pertenencia como pueblo. Por eso que suenen en el aire versos que cuenten y canten sobre las mujeres, es darle entidad a la paisana que no solo es parte del paisaje del gaucho, sino que también ha recorrido los caminos, ha trabajado la tierra, ha derramado su sangre por la Patria, ha parido a los hijos que son pueblo pero también ha deseado, ha sentido placer, ha amado, ha construido fraternidad con pares. Por eso para mí llegar de nuevo a Cosquín no es solo un disfrute, es un compromiso con las mujeres de ayer y de hoy.



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Fuente Telam