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La aviación israelí bombardeó con intensidad este jueves el sur de la Franja de Gaza mientras continúa la gira por la región del canciller estadounidense, Antony Blinken, quien le pidió al Gobierno de Benjamin Netanyahu que se reduzca notablemente el número de víctimas civiles que sufren las consecuencias de estos ataques y fijó como objetivo de su recorrida que se evite que el conflicto escale en la zona.
El diplomático estadounidense se reunirá este jueves en El Cairo con el presidente egipcio Abdel Fatah al Sisi, cuyo país desempeñó un papel clave para pactar una tregua de una semana a finales de noviembre.
La guerra llega este jueves también a la Corte Internacional de Justicia, donde Israel se enfrentará a una demanda de Sudáfrica por presunto «genocidio» en su ofensiva contra Gaza, acusaciones que el presidente israelí Isaac Herzog tildó de «absurdas».
En el mismo sentido, Netanyahu afirmó que Israel no quiere ocupar la Franja de Gaza de modo permanente ni desplazar a la población palestina, iniciativa echada a rodar por algunos de sus ministros, los del ala ultraderechista del Gobierno.
«Quiero dejar algunos puntos absolutamente claros. Israel no tiene intención de ocupar Gaza permanentemente ni de desplazar a su población civil», dijo Netanyahu en un video en inglés que colgó en sus redes sociales.
Añadió que «Israel está luchando contra los terroristas de Hamas, no contra la población palestina, y lo estamos haciendo en pleno cumplimiento del derecho internacional», en un tácito rechazo a los llamados de ministros de su Gobierno para reconstruir los asentamientos israelíes en el territorio de la Franja de Gaza y alentar la emigración palestina, reportó la agencia de noticias Sputnik.
En tanto, en el enclave palestino la aviación israelí multiplicó sus bombardeos contra el sector de Jan Yunis, principal ciudad del sur de Gaza y epicentro de los combates en las últimas semanas, según varios testigos.
Hamas dijo que los ataques israelíes durante la última noche dejaron 62 muertos en toda la Franja, reseñó la agencia de noticias AFP.
«Los combates se desarrollan bajo el suelo, en la superficie, en un territorio muy, muy complejo, ante un enemigo que ha preparado su defensa en un periodo muy largo y de forma muy organizada», declaró el jefe del Estado Mayor israelí, Herzi Halevi.
Las organizaciones internacionales alertan de un desastre sanitario en Gaza, donde un 85% de la población fue desplazada y la ayuda humanitaria llega a cuentagotas.
La distribución de ayuda se enfrenta a obstáculos «casi insuperables», dijo el jefe de la Organización Mundial de la Salud, (OMS), Tedros Adhanom Ghebreyesus.
En Rafah, ciudad en la punta sur de la Franja donde se han refugiado cientos de miles de palestinos, un médico jubilado ha convertido su tienda en una sala de primeros auxilios para atender a heridos.
«Por la noche nos quedamos a veces hasta las once o después de medianoche, cuando todo está cerrado y es imposible subir a un coche o ir a un hospital. Curamos a los heridos y después pueden ir al hospital», afirma Zaki Shaheen en una charla con AFP.
La guerra se desencadenó el 7 de octubre con el ataque sin precedentes del movimiento islamista palestino en suelo israelí que dejó alrededor de 1.200 muertos y unos 240 rehenes -entre ellos una veintena de argentinos-, de los cuales un centenar permanece cautivo.
Israel prometió aniquilar a Hamas, considerado grupo terrorista por Israel, la UE y Estados Unidos, y lanzó una operación militar contra Gaza que ha causado al menos 23.357 muertos, en su mayoría mujeres y menores de edad, según el Ministerio de Salud de Hamas, que controla este territorio.
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Fuente Telam