Se veÃa venir. La entrega de pandulces por parte de la intendente de todos los resistencianos, Máxima Ayala, a los empleados de la municipalidad de la capital del Chaco trajo cola. El descomunal tamaño de la confitura mereció la condena del clero argentino, que pidió a Ayala "reflexionar cristianamente y rever la medida".
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Todo comenzó en los dÃas previos a la Navidad, cuando personal de la intendencia recorrió las distintas áreas del municipio con grandes cajas y preguntando cuántos trabajadores habÃa en cada sector. Los empleados, entusiasmados, brindaban la cifra y extendÃan las dos manos para recibir su pan dulce. Luego, los enviados extraÃan un paquetitititito que cabÃa fácilmente en una palma. Después, seguÃan su camino para hacer felices a otras personas.
Por supuesto que no faltaron los detractores que dijeron que el obsequio era una mierda y que para recibir algo asà mejor la intendente hubiese regalado un caramelo Media Hora. Pero sabemos que en todas las sociedades están esos seres que buscan destruir nuestro estilo de vida, occidental, cristiano y minimalista.
En defensa de Ayala salió su gabinete en pleno, con una conferencia de prensa en la que se resaltó que "lo que nadie podrá empañar es la mirada de eterno agradecimiento por parte de los agentes comunales, que emocionados recibieron cada uno su pan dulce". También destacaron que cada panificado "tenÃa un peso de 35.000 miligramos". Y habrÃan costado sólo 73 pesos la unidad.
No hay hostia que les venga bien
No obstante, se sabÃa que el dispendio municipal no habÃa caÃdo bien en los sectores más conservadores de la comunidad, esos que sabotean al cÃrculo virtuoso del consumo popular. "Se quejan de que ganan poco y están debajo de la lÃnea de pobreza, pero bien que tienen televisor color y pan dulce", planteó la conducción de la Sociedad Rural del Chaco, en un documento titulado "Mientras unos ordeñan la vaca a las cinco de la matina, otros morfan como cerdos las frutas abrillantadas con la mano que no usan para rascarse las bolas".
Pero sin dudas que la reacción más dura fue la de la Conferencia Episcopal Argentina, que tras tomarse un tiempo para analizar el caso, dio a conocer una declaración en la que considera que el pan dulce ayaliano "abre las puertas del Hades al fomentar la gula desenfrenada que pierde almas de manera irremediable". Por eso, pide a la intendente "reflexionar cristianamente y rever la medida, si es que fuera posible a esta altura remediar sus calamitosos efectos morales".
"El pan dulce es una comida profana promovida por la misma bebida cola que instaló en las mentes de nuestra infancia la figura de Papá Noel, ese gordo depravado que mantiene una ambigua relación con sus renos y vive de la comisión que le pasan en negro los fabricantes de kartings y ladrillitos Rasti", añade el documento de los obispos.
Además, plantea que "es conocida la afición al pan dulce Marcolla que tenÃan los habitantes de Sodoma y Gomorra, lo cual no es casual. Las frutitas verdes y rojas disparan instintos concupiscentes, y las pasas de uva erigen y entiesan partes del cuerpo masculino que jamás se despiertan con buenas intenciones, a diferencia del jilguero, que sólo se levanta para cantar y adornar el mundo", añade el texto.
En la municipalidad ahora analizan qué hacer. Una opción que se baraja es pedir a los municipales que devuelven las partes de los panes que todavÃa no hayan ingerido. "Calculamos que no habrán comido todo aún; serÃa mucho", indicó un secretario de la señora intendente.
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Comentarios
A: Tienen que ser con semillita.
NO!!!!
retos y mas retos nomas y sin pan dulce!!!!
A: Poechita!!
Y el de la Sociedad Rural mató!!! ("Mientras unos ordeñan la vaca a las cinco de la matina, otros morfan como cerdos las frutas abrillantadas con la mano que no usan para rascarse las bolas".), me encantó...
Lo que no veo en la etiquetota (en relación al producto) es la palabra Pan Dulce, por ahi eran alfajores de maicena triple (idea mia, por cierto, no me la roben) y toda la oposición se largó con furia a criticar la iniciativa...
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