"MÃster President, la nación está siendo atacada". El ministro Juan Manuel Pedrini susurró la noticia al oÃdo del señor gobernador de todos los chaqueños, Jorge Hilton Capitanich, en pleno acto de puesta en funciones del Consejo de Prevención de la Tortura. La ceremonia se llevaba a cabo en el Salón Obligado mientras un par de explosiones se producÃan en el subsuelo de la sede del Poder Ejecutivo Provincial.
Capitanich quedó serio. En el estrado, el abogado Mario Bosch, uno de los integrantes del flamante consejo, daba su discurso. El jefe de la PolicÃa del Chaco, Ramón Alegre, se aproximó desde la primera fila del auditorio, repleto de gente. "Señor gobernador, estamos en alerta beige", le dijo.
Eran las 9.12, y el señor gobernador tomó cabal conciencia de que habÃa que actuar rápido. Por eso, redujo su propio discurso de los 87 minutos iniciales a sólo 63. Luego, a paso rápido, se dirigió a su despacho, donde ya lo aguardaba todo el gabinete, la cúpula policial, un representante del Comando Sur de los Estados Unidos y la comisión directiva del Club Sarmiento.
Se iniciaba una secuencia de hechos y decisiones que ponÃan al Chaco al borde de su extinción como estado.
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10.21 - "En esta carpeta hay un detallado informe de la situación, MÃster President", dijo Pedrini en cuanto Capitanich se sentó en su sillón y apagó la Play. El gobernador abrió el dossier, y encontró adentro una hoja de cuaderno Rivadavia donde reconoció la letra de su ministro de Gobierno. Allà se leÃa: "Parece que reventó algo en el subsuelo". HabÃa detrás una segunda hoja, con un dibujo de Dumbo hecho con lápices de colores. Capitanich miró intrigado a Pedrini. "La carátula de junio", explicó Pedrini, sonrojado.
10.23 - El secretario de Seguridad Pública, Javier Oteo, se suma a la reunión. "Aparentemente tropas rusas ocuparon el subsuelo, decapitaron a todos los hombres, violaron a las mujeres y están montando los misiles que no pudieron usar en Cuba en 1962". "¿Pero eso no serÃa un delito?", se alteró Capitanich. "Lo estamos averiguando", respondió Oteo.
10.27 - El coronel Leyton Bradley, representante del Comando Sur, se pone de pie, se cuadra ruidosamente, se quita la gorra para colocársela sobre el pecho, y habla en un español casi perfecto: "Gobernador, dejémonos de pamplinas. Voy a ser sincero con usted: el centro de protección civil que usted nos permitió construir cerca del Aeropuerto de Resistencia es una base militar dotada de misiles con ojivas nucleares. Si usted nos autoriza, podemos destruir Moscú en 49 minutos". La reunión enmudece.
10.28 - El gobernador, tras escuchar al militar norteamericano, se pone de pie y camina de un extremo a otro de la oficina. Luego se aproxima a Bradley y le pregunta: "¿Y cuánto me sale que lo limpien al diputado Carlos MartÃnez?" Bradley explica que en virtud del convenio de cooperación firmado entre el Chaco y los Estados Unidos, el servicio está incluido sin cargo. "Then, my car is red!", exclama Capitanich. Bradley hace un gesto de desconcierto. "¡Que lo haga, entonces, para qué puta le hablo en inglés!", estalla el señor gobernador.
10.31 - El hombre del Comando Sur convoca a un asistente que lleva un maletÃn esposado a su brazo derecho. Bradley abre el portafolios y deja a la vista una pantalla led y un teclado. Cuando está por apretar un botón de luminosidad rojiza, ingresa a la sala el ministro de la Producción, Enrique Orban. "Che, qué cajeta, no hay luz en todo el edificio porque reventaron unos tableros eléctricos en el subsuelo", dice.
10.34 - Mientras el coronel Bradley se retira, Oteo corta una comunicación vÃa celular e informa: "Mis hombres me dicen que lo de los tableros podrÃa ser una información distractiva. En realidad serÃa un plan para asesinarlo a usted, señor gobernador", notifica. A Capitanich se le demuda el rostro. "Sandra...", musita.
10.36 - El secretario del gobernador aparece agitado en el despacho. "Calmesé, señor gobernador, la señora Sandra está en Buenos Aires, me lo confirmó gente del Congreso", comenta. Capitanich hace un gesto festivo con los brazos, y se abraza con Pedrini y el presidente de la Legislatura, Eduardo Aguilar. Los tres liberan la tensión en un llanto franco.
10.41 - El ministro Pedrini recibe un llamado y le dice a Capitanich que desde Defensa Civil esperan instrucciones para evacuar la Casa de Gobierno. "En todos los pisos ya saben que pasó algo, y hay inquietud. HabrÃa que evitar que entren en pánico", plantea. Capitanich vuelve a estar bajo presión.
10.48 - El gobernador explica a los ministros qué decidió: "Si evacuamos masivamente, la Alianza se va a aprovechar del tema y lo va a presentar como una irresponsabilidad nuestra por no garantizar seguridad a los empleados públicos. Si no evacuamos, toda la gente podrÃa morir y eso nos harÃa perder entre 4 y 5% de los votos en las elecciones del año que viene, sin contar el gasto que demandarÃa un sepelio colectivo. Mi plan es éste: llamemos uno por uno a los empleados que están en el edificio y digámosles que alguien los busca abajo".
11.26 - Oteo llega exultante desde la secretarÃa privada del gobernador. "¡Ya hicimos bajar a doce empleados!", comenta. "No va, Coqui, no va, la gente se va a hacer mierda, el tiempo apremia", advierte el intendente de Puerto Tirol, Hugo Sager. Capitanich duda: "¿No pueden llamar de a dos empleados?", le pregunta a Oteo. El secretario esconde los labios y hace un gesto de negación con la cabeza. "Japoneses no somos", dice.
11.30 - El ministro de EconomÃa, el niño Federico Muñoz FemenÃa, mira en su netbook el portal de Nickelodeon, y abre un portal de noticias. "Che, acá dice que en Casa de Gobierno hay un tipo quemado". Capitanich mueve la mano como pidiendo discreción, y acota: "SÃ, es Gustavito, pero no juzguemos, él hace lo que puede".
11.34 - Como si lo hubieran invocado, Gustavo MartÃnez aparece en la reunión. "Ya evacué el ministerio", avisa presuntuosamente. "Sorprendente, y eso que ahà tienen 709 empleados", felicita Muñoz FemenÃa. "SÃ, ya hicimos bajar a los cuatro que trabajan", se envanece MartÃnez, que de paso negocia un incremento presupuestario del 45%.
11.41 - El comisario Alegre informa que en los pisos 8 y 9 hay aglomeraciones para abandonar el edificio y algunos incidentes por ganar las escaleras. Los trabajadores están desesperados porque circula el rumor de que hay fuego en la parte inferior del edificio. Capitanich llama al secretario general de UPCP, José Niz. "Tranquilizalos, por favor, deciles que si sufren quemaduras les vamos a pagar una bonificación".
11.47 - Ocho empleados de Salud Pública se tiran desde el noveno piso, y el gobernador los ve pasar en caÃda libre por los ventanales de su oficina. "Wow, qué capos somos, la Casa de Gobierno está subiendo a toda velocidad, avisen a los diarios", ordena.
12.07 - Capitanich crea un Comité de Análisis de Crisis Edilicias Donde No Se Sabe Bien Qué Pasa, integrado por miembros de los tres poderes del Estado, la policÃa, la Embajada de Estados Unidos, la TesorerÃa de Sarmiento y la Comisión de Justicia y Paz, que delibera para ver qué hacer.
13.44 - El comité aconseja evacuar Casa de Gobierno.
13.49 - El ministro Pedrini informa que la gente ya se fue hace rato por su cuenta.
14.06 - Capitanich se retira a jugar a la Play con Muñoz FemenÃa en un búnker secreto subterráneo instalado en terrenos de La Rubita.
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Comentarios
http://www.lanacion.com.ar/1485308-capitanich-le-respondio-a-moyano-a-mi-se-me-respeta
Da verguenza ajena este señorito...
A: Ayayayaaayyy. Coqui, Coqui...
¿Chuñi tiene las estimaciones extraoficiales?
Asà preguntarÃa el Maestro Chuñi Benite, en su sagaz estilo periodÃstico.
Era para avisar sobre la primera pregunta del reportaje que va a hacer el Maestro Chuñi al Koki ni bien arribe a pata a estas tierras, que va a desconocer como suyas al ver tantas topadoras al acecho de cuanta margarita quieran plantar en Margarita Belén.
La segunda pregunta al Gober serÃa algo asà como: "Y poqrquécarajo nordenó rajar loempleado yqelo ministro se quedenensupuest odelaburo, pa cumplirconsujur amento cuando disequel capitan (o teniente) se undeoquema con sucanoa? "
Reportaje más que esperado, indubitablement e, superlativament e y cualitativament e saltarÃn.
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