Carta Abierta, el foro de intelectuales kirchneristas que proveyó de buena parte de sus sustentos argumentales a los gobiernos K entre 2008 y 2015, volvió al ruedo ante los catastróficos resultados electorales de ese sector polÃtico, que incluyeron la derrota sin atenuantes de Cristina Fernández en la provincia de Buenos Aires.
En un documento duramente autocrÃtico, titulado "El pueblo nos castigó por no haber sido más insistentes en que la culpa de todo es de los otros", Carta Abierta señala que "objetivamente, la victoria de Cambiemos en la gran mayorÃa de los distritos del paÃs confirma que estamos frente a una dictadura muy sutil, donde el gobierno se somete a la voluntad ciudadana y ésta se expresa en elecciones libres y transparentes, lo cual no hace más que exponer al grado de perversión del régimen totalitario que somete a los argentinos".
En ese sentido, la organización -que integran, entre otros, los actores Horacio Verbitsky, Horacio González, Mempo Giardinelli, José Pablo Feinmann y Ricardo Forster, además del marcador de punta Juampi SorÃn- plantea "la necesidad de revisar aspectos de nuestra Constitución Nacional que no hacen a la buena salud de la Patria. No puede ser, por ejemplo, que el voto de un ingeniero valga lo mismo que el del hermano piquetero que paga los estudios del primero con sus impuestos".
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Descripción descarnada
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El texto completo de la nueva "Carta Abierta al Pueblo Argentino" es el que se reproduce a continuación.
"La Nación acaba de vivir una nueva jornada electoral, tan innecesaria como todas las que vienen realizándose en nuestro paÃs desde 2011, cuando la reelección de la doctora Cristina Fernández de Kirchner hacÃa aconsejable suspender las convocatorias a comicios durante un perÃodo de -por lo menos- diez años, para no permitir que la recurrente aparición de las urnas en el horizonte polÃtico conspirara contra la armonÃa entre los argentinos.
Lamentablemente no fuimos escuchados en ese planteo, y la burguesa reiteración de procesos electorales cada dos años permitió que en 2015, fraude mediante (ya que al candidato del Frente para la Victoria, Daniel Scioli, derrotado en el balotaje, no se le consideró que habÃa sido el más votado en primera vuelta y que ello imponÃa la obligación de definir el pleito en un tercer partido de desempate), accediera ilegalmente a la Presidencia de la Nación el supuesto ingeniero (que jamás mostró su tÃtulo universitario que acredite tal condición) Mauricio Abraham Ronald Macri, quien desde entonces encabeza un proceso de acumulación de poder jamás visto en la historia de Occidente. Y en Oriente tendrÃamos que averiguar.
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Se cosecha lo que se siembra
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El actual presidente de facto, desde el primer minuto de su instalación en el poder, se dedicó a consumar una serie de hechos que nuestra Patria jamás habÃa conocido: influencia del Poder Ejecutivo sobre el Poder Judicial, licitaciones amañadas para favorecer a parientes y amigos del poder, manipulación de la inversión publicitaria estatal para orientar las lÃneas editoriales de los medios de comunicación, despido de nobles militantes peronistas ingresados como personal de organismos del Estado y la artera conservación de los programas sociales implementados durante los años de Néstor y Cristina, no por sensibilidad sino sólo para hacernos quedar mal a quienes decÃamos que el nuevo gobierno iba a derogar todos esos planes asistenciales.
Quedaron de ese modo para el recuerdo las lÃneas estratégicas de los mandatos kirchneristas: la plena libertad de expresión, el respeto irrestricto a las opiniones distintas de las propias, la limpidez de las adjudicaciones de contratos a empresas, la defensa a ultranza de la independencia judicial, la lucha sin cuartel contra las narcoorganizaciones, las severas polÃticas contra la delincuencia, la guerra total contra la pobreza (que logró sacar de las garras de este flagelo a incontables funcionarios), y la madre de todas las batallas, ésa en la que se jugaba la felicidad del Pueblo y la grandeza de la Nación: lograr que ClarÃn venda menos ejemplares. Fuimos el único proceso revolucionario de la historia que se planteó como meta superior excluyente ésa: ganarle a un diario. El mundo nos miraba con asombro y admiración. Pero esto también fue despreciado y archivado por el régimen macrista.
Las sucias artes del nuevo oficialismo, no conformes con lo anterior, se abstuvieron de responder a las provocaciones y actos violentos de nuestros dirigentes y militantes, buscando que la sociedad recibiera el mensaje subliminal de que somos nosotros, el Pueblo Peronista, los violentos, los intolerantes, los que necesitamos inventar enemigos como método indefectible de construcción polÃtica. Y fue asà que mostraron una maliciosa actitud de respeto y pacifismo que, como todo el mundo sabe, genera en los sectores populares el legÃtimo deseo de pasar por las guillotinas patrias los pescuezos de los inmundos traidores que nos gobiernan y de quienes son sus cómplices por acción, omisión o votación.
La historia universal, en eso, nos da la razón: la no violencia siempre, absolutamente siempre, genera más violencia.
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Y dale con el pasado
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Se sumó a todo esto una enfermiza obsesión por el pasado, como si no necesitaran nuestros jóvenes que miremos hacia el futuro. Y llegaron entonces los inauditos procesos "judiciales" (en realidad, ignominiosas persecuciones inquisitoriales) contra patriotas que ahora pagan sus batallas por la liberación nacional: Julio De Vido, Amado Boudou, José López, Rolando Rivas Baratta, Lázaro Báez, Cristóbal López y tanto otros, sin omitir, por supuesto, la más feroz de todas las afrentas: el burdo intento de hacer creer que Cristina Fernández debe su fortuna a su paso por los cargos públicos y no al ejercicio de la abogacÃa nuclear.
Lamentablemente, el Pueblo, que siempre es idiota, cayó en las telarañas tendidas por los personeros del odio, el narcotráfico, la venta de órganos a otros paÃses y los actos polÃticos con sacrificios humanos.
En este penosÃsimo proceso los medios jugaron nuevamente un rol determinante, inoculando en las mentes de nuestros mononeuronales ciudadanos la idea de que en los años de Néstor y Cristina hubo funcionarios que se quedaron para sà con cientos -incluso miles- de pesos que eran del erario público.
En el lamentable contexto no faltaron las maquiavélicas operaciones tÃpicas del supuesto ingeniero Macri. Una de ellas fue el nuevo informe sobre la muerte del fiscal destituyente Nisman, buscando hacer creer que -siendo presidenta la compañera Cristina- se lo narcotizó para dispararle en la cabeza y simular un suicidio, pese a toda la evidencia que indica que el fiscal destituyente falleció de un infarto de miocardio y que a ese balazo en el cráneo ya lo tenÃa desde su época de estudiante universitario.
El otro repudiable montaje, mucho más reciente, fue el relacionado con la desaparición forzada de Santiago Maldonado. Aunque el sector más combativo del venerable Pueblo Mapuche está en condiciones de probar que Maldonado fue asesinado a puñaladas en un rito satánico protagonizado por Elisa Carrió, Luis Majul, Miriam Quiroga y el "juez" Bonadio, se sobornó a los cincuenta peritos del caso para que digan que el cuerpo del joven artesano no presenta heridas.
Argentinas, argentinos: vive la Patria sus horas más dramáticas. De cada uno de nosotros depende la supervivencia de la Nación. Que nadie se haga el perro puto.
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Espacio Carta Abierta
La Matanza, 24 de octubre de 2017"
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