Leà el artÃculo de la semana pasada de AmÃlcar Cajadas sobre los muros, y me pareció excelente, y muy buenos los comentarios. La revista The Lancet, una de las revistas médicas más prestigiosas del mundo, publicó el miércoles 14 un trabajo de investigación sobre lo que yo llamo el "SÃndrome del Muro de BerlÃn".
Resumidamente, los autores plantean las consecuencias de "derribar un muro" de manera no planificada. Las muertes prematuras de los "extramuros" son muchÃsimas si no se han construido antes "redes sociales" de contención. Si se construyeron y se basaron en la solidaridad y la cooperación, las vidas sesgadas por el estrés del desempleo son pocas.
Dan ejemplos palmarios, como la ex URSS. Realmente, aún no finalicé el análisis estadÃstico y epidemiológico, pero el trabajo es contundente: creado un muro, los excluidos deben armar sus redes sociales solidarias de contención a la espera de lo inexorable, que es la caÃda del muro. No se puede tapar el sol con las manos ni ponerse anteojos que impidan ver al hermano sufriente.
El paradigma del rol del Estado exitoso fue el mismo estado alemán. Cuando la caÃda del muro de BerlÃn, millones de alemanes del Este fueron a atenderse en el sistema de salud de Alemania del Oeste, fuerte y poderoso. El sistema no colapsó (es más, mejoró) por una sencilla razón: cuando el Estado alemán del Oeste "vio" la tendencia, modificó su IVA (Impuesto al Valor Agregado). El IVA Salud es del 2 % y, en forma solidaria, va subiendo hacia lo que tiene mayor costo económico y menor costo social. Comprarse un BMW en Alemania tiene un IVA del 80 %. IVA progresivo desde lo social a lo suntuario.
Ese es un claro ejemplo de una sociedad que utiliza el paradigma de la seguridad. EEUU, con su paradigma de la libertad, no se pone de acuerdo consigo mismo sobre qué hacer con esa libertad, de la misma manera en que Erich Fromm describe porqué luego del Kaiser el pueblo alemán, lleno de libertades inesperadas, no supo qué hacer con ellas y terminó llevando a Hitler al poder para que les diga qué hacer. Asà les fue. Pero aprendieron.
Desde la estrategia, cuando una medida restrictiva se basa en algo fÃsico (un muro) o social (no ver o mirar sin ver al "otro"), esos "muros" caen tarde o temprano. Hay que estar preparados para acoger a los "del otro lado", ellos nos necesitan ahora y nos necesitarán más cuando se derriben las piedras fÃsicas o sociales. Creo que la solución pasa por comenzar a construir redes de contención social del lado restrictivo. De ese modo, al derribarse el obstáculo, redes de un lado con redes del otro amortiguarán el impacto social.
Lo veo como una forma de defensa de los Derechos Humanos. Como dijo Serrat: "Quien defiende los Derechos Humanos está actuando en defensa propia".
Estoy convencido de que es asà y que este lugar de expresión libre que configura AN es un buen comienzo. Nos hace pensar con humor y una sonrisa. Y lo que se piensa con alegrÃa se deposita en lo más profundo del alma.
Felicitaciones para AmÃlcar y para los que me precedieron con sus opiniones. Gracias Angaú Noticias, red social más que portal. Y muy exitoso por lo que observo.
Gustavo Bonzon
Lo que escribió AmÃlcar: http://www.angaunoticias.com.ar/locales/593-afjmuros.html
Comentarios
La Ley 23.661, que rige el funcionamiento de las Obras Sociales Nacionales (ej: OSECAC, OSPLAD, etc., excluido PAMI) permite que, en base al PMO y PMOE, por cada consulta en consultorio se cobre un co-seguro de $ 10.
En el caso de InSSSeP, regida por la Ley 23.660, esto no es válido. No puedo cobrarle co-seguro a un afiliado de InSSSeP.
O sea, a ningún afiliado del InSSSeP se le puede cobrar co-seguro y, por el momento, tampoco a ningún afiliado de PAMI.
Y sé que lo que voy a escribir ahora me va a traer más "no amigos":
1- Los medios locales no dicen la verdad: el aumento a los prestadores no fue obra del InSSSeP. Lo decidió el Gobernador en base a los informes del Directorio del InSSSEP. Fue Coqui quien "dio la orden".
2- Todo lo que dicen de los "Contratado ... hijo de ... " no es cierto. Y los he visto y veo laburar a destajo. Es más, uno de ellos se pasó de rosca con el laburo y hoy, lamentablemente , es mi paciente.
3- Lamento mucho que "La Contadora de Cuentos Infantiles" esté al mando del destino de nuestros mayores.
Saludos, Mila. Y está abierta la invitación para vos y el Admin que nos banca a todos para un buen Tereré de Naranpol Light en donde quieran.
Asà seguimos tirando ideas y derribando o perforando muros.
Y aquà sà que hay tela para cortar.
Primero, te respondo tu pregunta final sobre "si cobro plus". Yo cobro lo que que está estipulado en la Ley, en el Programa Médico Obligatorio (PMO y PMOE), que se denomina "co-seguro". La palabra "plus" no existe en mi práctica diaria. Sà existen los "honorarios particulares" que se acuerdan con los pacientes que, pese a tener cobertura social, quieren pagarme porque consideran injusto lo que su obra social me pagarÃa en 3 meses, 6 meses o nunca, sin considerar a la inflación. Esas iniciativas parten de mis pacientes, yo no las induzco ni manipulo a nadie, surgen de ellos. Y cada uno tiene su pertinente recibo expedido de mi puño y letra.
Aclarada esta inquietud tuya, te cuento que me preguntaba esta mañana, después de reflexionar sobre el tema, si lo que la gente quiere es una sociedad argentina con médicos ricos o una sociedad argentina con médicos pobres.
Hago un "mix" conceptual:
Obviamente, lo que se tiene que querer es una sociedad sin médicos pobres o, en todo caso, a lo que un paÃs tiene que aspirar es a tener los médicos pobres más ricos del mundo.
¿Por qué? Porque si los médicos pobres de Suiza, digamos, son los médicos más ricos del mundo, la salud en Suiza estará aún mucho mejor de lo que ya es.
Suiza es un buen ejemplo, porque tiene los pobres más ricos del mundo, pero tiene algunos de los ricos más ricos del mundo. Lo mismo le pasa a Suecia, otro paÃs donde los pobres viven muy bien, pero hay fortunas, como las del fundador de Ikea, que casi no tienen rivales en el mundo.
Ahora, ¿qué pasa con paÃses como Nigeria, en el que casi todos viven en la miseria, pero algunos son millonarios?
El alegato en defensa de los ricos no es válido en paÃses que viven de la explotación de los recursos naturales. En esos casos, sà es común que unos pocos se queden con todo y el argumento de algunos de que muchos son pobres porque algunos son ricos es válido.
Pero en sociedades de la información y del conocimiento, como son hoy la UE, EEUU y Japón, que viven principalmente de la acumulación de conocimientos (La Nueva Riqueza de las Naciones), se da la fórmula de que "para que haya menos pobres tiene que haber muchos lÃderes compitiendo por los recursos humanos y haciendo subir los salarios".
Estos lÃderes son generalmente ricos. Es más, no conozco ninguna sociedad exitosa, es decir, ningún paÃs cuyos médicos están entre los médicos más ricos del planeta, que no tenga también gente lÃder o dirigente muy rica.
Mi conclusión obvia es que cuando un paÃs maltrata a sus médicos se maltrata a sà mismo y, por consiguiente, se mata a sà mismo, se suicida.
Esto no quita que no haya que cobrar impuestos progresivos, como ya lo expresé en un post de mi blog titulado "Retenciones y Medicina".
Me parece muy bien que haya que crear un ambiente por el cual la gente que cae en situaciones adversas reciba la ayuda que se merece para salir adelante y que las desigualdades se reduzcan.
Pero LA SOLUCION no es que haya menos médicos ricos, sino que haya menos médicos pobres.
¿Cómo "evoluciona" un médico pobre, si no tiene acceso a las más mÃnimas CME o EMC (Educación Médica Continua) o capacitación por Internet? No tiene chances de mejorar para sà ni para la sociedad en la cual vive, se desenvuelve y aplica sus conocimientos en el ejercicio de su profesión.
Y si en Argentina los sueldos o ingresos globales de los médicos son tan bajos es porque no hay suficientes emprendedores o dirigentes creativos y capaces de competir a nivel global, como los hay en paÃses como Holanda, Alemania o el Reino Unido.
Otro tema que le juega en contra a la Argentina es que muchas de las grandes fortunas provienen de industrias como la agricultura, ganaderÃa, construcción y turismo, que emplean una mano de obra menos calificada y menos remunerada.
En estos momentos de crisis, Argentina tiene que aprender de Irlanda, que pasó de ser uno de los paÃses más pobres per cápita de la Unión Europea a ser uno de los más ricos, atrayendo al capital norteamericano a instalarse en Irlanda.
Pocos saben, por ejemplo, que Google tiene su "capital global" en Irlanda.
¿Qué hizo Irlanda? Eximió de impuestos a todos los que se decidieran a poner "su plata" en esa tierra árida y ya poco fértil, siempre y cuando generaran empleo y mejor calidad de vida para todos los irlandeses, sin generar conflictos con el medio ambiente.
Comparar el "Milagro Irlandés" con las maniobras de un Gobierno que pretende que un médico con una sólida formación académica preste servicios retribuibles al mismo precio por prestación que en Nigeria, para una Obra Social nacional y de "afiliación masiva e involuntaria" (otra opción no tienen nuestros "constructores del paÃs"), me exime de más comentarios.
¿Lo explico en Chino? ¿Queremos Médicos de Buena Calidad o Médicos "Onda Supermercado Chino"? (con el mayor de mis respetos a las empresas que desarrollan esa actividad económica, que atacaron por el flanco y se adueñaron legÃtimamente de la cuota de mercado que los argentinos no supimos, no quisimos, o no pudimos satisfacer).
Argentina dejó de ser un paÃs que vive de la extracción de sus recursos naturales. A lo que queda, le está agregando valor ... "Valor Agregado". Se está convirtiendo en un paÃs que exporta tecnologÃa y conocimiento. Nuestros "cerebros" ya no se están "yendo", los estamos "exportando", como todo buen paÃs emergente. Y estamos recuperando, como podemos, a todos los que podemos. Su deber es estar acá, aplicando todo lo que aprendieron allá para que acá todo sea mejor.
Chaco es un buen ejemplo de ello.
Vos te preguntarás: "¿Qué les pasa a los médicos?"
Nos pasa que nos llegó el "cambio". Este cambio implica desaprender lo aprendido y aprender de nuevo. Todo, desde el principio. Duele. Es volver a nacer, con la diferencia de que ninguno de nosotros recuerda el dolor que nos produjo. La naturaleza es sabia. Pero este nacimiento nuestro a un nuevo orden para los médicos será con mucho dolor. Seremos desprendidos bruscamente de los vientres maternos y del sustento seguro que representaba nuestra placenta.
Estaremos en desventaja respecto a un bebé. El vientre materno (nuestras asociaciones profesionales) ya no nos puede contener; la placenta (el sistema de obras sociales o estatal) no nos podrá alimentar más y, lo que es peor, luego del nacimiento doloroso al nuevo orden (donde habrá alta mortalidad neonatal), nadie estará allà para darnos el pecho y nutrirnos. Nadie nos enseñará a comer ni a dar nuestros primeros pasos. ¿Estaremos todos esbozando nuestra mejor sonrisa, esperando entonces que se presenten personas que esperan adoptar? ¿Sabemos nosotros qué habrá que hacer para que nos elijan?
Hace mucho tiempo (en realidad pocos años atrás), las cosas eran muy diferentes para los médicos.
Hubieron tres grandes generaciones de médicos en nuestro paÃs: la primera, conformada por descendientes de familias ricas a las que sólo les faltaba un médico en el árbol genealógico. La reluciente placa de bronce ya estaba hecha y lustrada antes de recibirse.
En aquellos dÃas se pagaban los servicios en buen efectivo. Si el colega era soltero, las madres con hijas en "edad de merecer" competÃan para ver quién de las niñas tenÃa la oportunidad de pasar a mejor vida casándose con "El Doctor". Esta camada de colegas vio prontamente realizado el sueño de la casa, el auto, el campo y las vacas propias. Era de gran nivel que la mucama, detrás de la gran reja, informara a un paciente: "Hoy el Doctor no atiende porque se tuvo que ir a su estancia".
La segunda gran camada se compuso de hijos de aquellos médicos que querÃan, o seguir la tradición o vocación paternas o aprovechar la cartera de pacientes de sus padres, sumados a los descendientes de inmigrantes y a los hijos de familias que llegaron como pudieron a una "clase media" y querÃan homologar los logros sociales de los otros grupos.
Pero aquà ocurrió el primer gran cambio. Aparecieron las "Sociedades de Beneficencia y Socorros Mutuos" y, luego, las Obras Sociales. Se terminó el "efectivo". Se desvinculó la percepción popular de que un servicio médico era un servicio al fin y debÃa ser pagado en efectivo, materializándos e la idea de que un papel por llenar era suficiente retribución. La población dejó de sentir la obligación de pagar con dinero por un servicio prestado. Los médicos se resistieron al principio, pero luego cedieron y comenzaron a descubrir las delicias del nuevo sistema. HabÃa nacido la sobrefacturació n y la era de las grandes corporaciones económicas denominadas "Colegios Profesionales" que, durante décadas, movieron sumas siderales en facturación.
Los que entendieron a la corrupción del sistema de manera rápida, amasaron fortunas.
Luego, ante la necesidad de un cash-flow estable debido a la escasez de aportes o necesidades de cerrar balances ante el acoso de las auditorÃas externas, nace la prestación por capitación, dando a luz a la más cruel subprestación en muchos casos. Otro cambio que muchos aprovecharon.
Ahora coexisten dos sistemas de pago retrospectivo, el pago por prestación (con la sobrefacturació n) y el pago capitado (con la subprestación). Los médicos argentinos estamos pasando por el dilema ético más grande de nuestras vidas: A este enfermo que no lo necesita le sobrepresto porque sino no como y a este otro no le hago nada aunque sé que lo necesita porque sé que no me van a pagar o me van a pagar tan poco que no voy a cubrir los costos fijos, ni qué hablar de los variables.
¿Qué nos pasa a los Médicos en estos tormentosos tiempos que corren?. Nos pasa que las cosas han cambiado y lo seguirán haciendo, vertiginosamente.
Hoy, la tan célebre Unidad Médico-Gremial se resquebraja y rigen, lamentablemente , las siguientes reglas: la "Ley de la Selva" y el "Sálvese Quien Pueda" (siempre existieron encubiertas). Muchos dirigentes bien intencionados siguen luchando a brazo partido tratando de mantenerla y de que haya la menor cantidad de vÃctimas posibles. ¿Son los Don Quijote del Nuevo Orden? ¿Tienen noción esos Quijotes de la dimensión de los molinos de viento contra los cuales van a arremeter?.
No podemos ignorar los cambios que se han producido a nivel mundial. Todos creÃamos que tenÃamos "la vaca atada" y no fuimos capaces de observar dichos cambios globales y cómo los paÃses desarrollados se las ingeniaban para sobrellevarlos. Sordas y ciegas, nuestras Facultades seguÃan produciendo nuevos profesionales a diestra y siniestra con un ritmo y volumen que hubiese puesto rojo de vergüenza a Lee Iacocca. Eso sÃ, sus Gerentes de Ventas se hubiesen agarrado la cabeza.
Luego, los cambios comenzaron a insinuarse lentamente en nuestro PaÃs. También nos mantuvimos expectantes, confiando en poder resistir los embates de las reformas impuestas por el Estado y por el Mercado. Craso error. Siempre les digo a mis colegas que los cambios han llegado para quedarse y las reglas de juego del mercado son las que regirán a partir de este momento. Papá Estado sólo mirará desde lejos para que los más grandes no nos lastimemos mucho al pelearnos y que no les peguemos demasiado a los más chiquitos que, sà o sà van a tener que juntarse para intentar enfrentar a tan sólo uno de los tantos grandes players por vez.
No habrá trabajo para todos, muchos colegas deberán buscar otra ocupación y muchas clÃnicas y sanatorios deberán cerrarse. Las entidades intermedias protectoras, como los Colegios y Asociaciones probablemente se extinguirán lentamente, tal como lo hace la llama de una vela. A menos que sean tan grandes y poderosas como Federación Médica del Chaco o ClÃnicas y Sanatorios. Estas dos resistieron los mayores terremotos institucionales del paÃs y, pese a que acusaron cada uno de los impactos, hoy son más poderosas que nunca antes. Federación Médica, por ejemplo, tiene 50 años de crecimiento sostenido, nada menos que en la Argentina.
Pero ... ya aparecieron en escena nuevas entidades, las nuevas "reguladoras" del ejercicio profesional, seleccionando en base a parámetros no usados tradicionalment e, como ser los Curriculum vitae, Residencia Médica y Centro donde fue realizada, Especialidades y Recertificacion es de Especialidades, Posgrados realizados en el exterior, actividades cientÃficas y de educación médica continua, imagen y presencia personal, prestigio, trato, equipamiento, espacio fÃsico, climatización y decoración de los consultorios y salas de espera, imagen de las secretarias, corrección y entrenamiento en la atención telefónica y personal por parte de las mismas, cumplimiento con puntualidad británica en los turnos dados, etc.
Estas nuevas entidades son las Empresas Prestadoras de Salud, los nuevos financiadores del sistema.
Tenemos que cambiar todos los que querramos seguir en el ruedo. Eso implica cambiar nuestros paradigmas. Tenemos que ser flexibles y adaptarnos a las nuevas situaciones que la realidad nos impone y tratar de construir nuestro escenario futuro. Al hacerlo, sabremos cómo llegar a él, tendremos nuestros nuevos paradigmas o mapas mentales. Debemos saber a qué puerto queremos llegar, asà seremos capaces de aprovechar sólo los buenos vientos y arriar las velas ante los inapropiados para el norte que nos marca nuestra brújula mental. Debemos ser médicos y ejecutivos de la salud que sepamos convertir en "inteligentes" a nuestras Empresas, sean del tamaño que sean. Debemos actuar sinérgicamente detrás de nuestra visión particular articulada con la de nuestros socios. Deberemos aprender a movernos y a negociar a velocidad de Internet. O a una velocidad superior, si fuese posible. Tomar las decisiones apropiadas, en el momento apropiado, en el lugar apropiado y con las personas indicadas. Para cada situación, no sólo hacer los deberes, sino tener Planes A, B, C y más. Debemos velar nuestras armas más eficaces: la capacitación y la flexibilidad.
¿Cuántos colegas mÃos pueden hacerse a la idea de que un ejecutivo de una prepaga le diga: "Dr. X, nosotros le pagábamos hasta hoy para que curara a nuestros afiliados. Eso se terminó. Ahora le vamos a pagar para que los mantenga sanos"? El que no vio venir el tren se quedarÃa con la boca abierta y preguntarÃa como el ciempiés al búho en la fábula de Belohlavek: "¿Y cómo lo hago?". La respuesta será muy simple y dura: "Como pueda, o está fuera del negocio".
Se acaba el pago retrospectivo. Ahora debemos pensar cómo nos adaptamos y cambiamos para enfrentarnos al prospectivo. Antes nos pagaban por curar a los 30, 60, 90, 120 dÃas, mal o nunca, sin derecho al pataleo por los intereses. Ahora nos van a pagar puntualmente, antes y aceptablemente bien. Pero nos van a exigir Calidad. No la vieja y noble "palmoterapia" que tantos cupones de consulta trajo a muchos. Nos van a pedir: "Por favor, Dr. X: Muéstreme sus registros auditados sobre su morbimortalidad perioperatoria" , "Por favor, Dr. XX: Tenga la amabilidad de mostrarme los informes de anatomÃa patológica de todas sus piezas quirúrgicas" o "Dr. XXX, lamentablemente debo informarle que está fuera de nuestra cartilla porque su Sanatorio no cumple las normas ISO que nuestra CompañÃa exige".
¿Ficción?: La reforma está aquà , llegó para quedarse y profundizarse. Se puede brindar excelente Calidad Médica a un costo razonable. Eso está demostrado. Debemos saber manejar adecuadamente los recursos de la Salud que, al integrar un mercado imperfecto, son finitos. Para lograrlo, debemos cambiar. Todos.
Estamos en el túnel y el tren del cambio viene hacia nosotros. Muchos años nos resistimos o desdeñamos esa idea, porque la luz era lejana y, o nos creÃamos tan fuertes como para detenerlo o pensábamos que se quedarÃa sin carbón. Hoy, cuando el tren del cambio parece un TGV francés (el de CFK es imaginario), creo que todos debemos tener en claro algo: O cambiamos nosotros, desarrollando nuevas habilidades de liderazgo y gerencia para poder subirnos a él o nos arrolla.
Lamentablemente, la supervivencia y el crecimiento será de los más aptos, como ya lo describiera Adam Smith y luego, desde la biologÃa, lo confirmara Darwin. Eso implica saber proveernos de cantidad y calidad de información, administrándola correctamente para tomar las decisiones apropiadas.
Para finalizar, quisiera no ser interpretado como fatalista. Sólo miremos lo que pasa alrededor con objetividad, dejando de lado las posiciones e ideologÃas. Centrémonos en los principios. Quitémonos los viejos anteojos y abramos los ojos como un niño a este nuevo mundo en crisis, que representa peligro, pero también grandes oportunidades. Que está a nuestro alcance aprovechar.
Recordemos el mensaje de los altavoces en Jurassic Park: "El barco sale a las 7". No dejemos de abordarlo o nos comen vivos.
Para que te des una idea del trabajo de nuestras sociedades cientÃficas, te cuento que en Buenos Aires, el 13 de Octubre de 2007, se reunieron en representación de la Sociedad Argentina de CardiologÃa (SAC) y de la Federación Argentina de CardiologÃa (FAC), sus presidentes Dres. Osvaldo Masoli y Ladislao Endrei, respectivamente , encontrándose también presentes los Dres. Eduardo Mele, vicepresidente de SAC, Luis Guzmán, vicepresidente 1º de FAC y el Dr. Juan Rueda Rivas, Tesorero de la Mesa Directiva de FAC.
Se acordó lo siguiente respecto a la Jerarquización y Dignificación del Acto Médico:
"Ha concluido el trabajo de la comisión pertinente conformada por miembros de ambas sociedades. Se ha elaborado y consensuado una guÃa de prestaciones con los valores mÃnimos considerados éticos de las distintas prácticas cardiológicas, que se pondrán a disposición de la cardiologÃa argentina para conocimiento y aplicación por parte de todas las sociedades y distritos del paÃs", dice el Comunicado de Prensa
El valor mÃnimo ético que debe pagarse por una consulta a un Especialista en CardiologÃa es de $ 50."
En el Congreso Confederal Extraordinario, que se llevó a cabo el pasado 18 de octubre, la Confederación Médica de la República Argentina (COMRA), presidida por el Dr. Carlos Jañez, decidió actualizar en todo el paÃs los valores de consulta médica, tal como lo publicó Consultor De Salud.
Según el nuevo esquema, de acuerdo a las especialidades y antigüedad en la profesión, los valores mÃnimos éticos para la consulta privada estarÃan agrupados en tres categorÃas, dependiendo de cada Entidad Profesional:
Por una consulta básica "A": $ 60.
Por una consulta básica "B": $ 70.
Por una consulta básica "C": $ 80.
Como puede observarse, la brecha de $ 10 que separa al valor mÃnimo que debe ser pagado por una consulta cardiológica ($ 50) del Acuerdo FAC - SAC y el valor ético mÃnimo dictaminado por la COMRA ($ 60) deberá ser resuelta por las respectivas Entidades Profesionales y Sociedades CientÃficas; en nuestro caso la Federación Médica del Chaco y la Sociedad de CardiologÃa del Chaco.
Veremos, por ejemplo, si el PAMI respeta lo que los profesionales de toda una Nación le piden como retribución por su trabajo. Tristemente, PAMI no paga pero se sabe que le sobra el dinero y lo tiene depositado en cuentas que se usan para plazos fijos, operaciones bursátiles, etc. Ellos nunca pierden. Los afiliados y los prestadores sà pierden.
Un paÃs desarrollado es como un auto que viaja a 100 km. por hora. Uno subdesarrollado es como un auto que viaja a 50 km. por hora. Argentina es hoy como un auto que viaja a 150 km. por hora.
De las decisiones que tomemos dependerán nuestra Salud y, sobre todo, la de nuestros hijos y nietos.
De nosotros depende. Pero no olvidemos que estamos viajando a 150 km. por hora.
Ajustémonos los cinturones, pongámonos el casco y conduzcamos nuestro Destino "Sabiamente", no "profesoralment e" ni "contadoramente".
Debemos ser "Profesionales" y tener interlocutores "Profesionales" , no "advenedizos médicamente analfabetos designados por la vÃa digital" (no ésta, la otra, creo que se entiende).
Esta fue la carta que elegà jugar, el 4 de copas. Es la que elijo para jugar con mis amigos. A las otras, me las reservo para los leones, para seguir perforando y derribando muros. Acá charlo, debato y me rÃo, pero el mundo que está afuera me exige conservar las cartas para apuestas más fuertes por los valores que creo que debo respetar y hacer respetar.
Es en el mundo que está afuera donde debo usar los ases, tanto para la supervivencia básica de los mÃos como para lograr comprar las sogas que nos permitan construir redes donde acobijar a los que perdieron o se cansaron de pelear hasta que recuperen sus fuerzas y salgan adelante.
Gracias otra vez por permitirme deleitarme con tus escritos. Te aseguro que hacen muy bien a la salud fÃsica, mental y social. No es un halago, lo creo una verdad.
Contás con todas mis indulgencias (que no las necesitás por otra parte, es tu libertad o tu deseo el que te las concede).
No cobro plus (o como se llame, no pretendà agraviarte…) y mis honorarios son la gratificación de un intercambio que nos alumbre el camino unos a otros
Claro que me impacientarÃa algo si no llegan tus reflexiones antes del bicentenario…de la República (no el mÃo).
No te olvides que tenemos varias cartas en la mano…el juego es tuyo.
Y no te preocupes, en Casinos&Angaú no se trata de quién gana o quien pierde, sino de vislumbrar y discutir acuerdos o desacuerdos sin ofuscamientos.
¡Cáspita! Menos mal que leo tus aclaraciones sobe Edgardo Schapachnik, a quien iba a responderle muy suelta, “oÃrme Edgard, no hay metáforas ni es tiempo de conjugar en futuro. Hay que hacerlo en pretérito: LLEGÓ la hora o ES (presente indicativo) la hora de derribarlos.
Perdón Teacher por mi osadÃa, somos un poco asà por los foros de Angaú, un poco informales. Si es usted ceremonioso, muy sensible o menor de edad no intente abrir otros, como el Averno Pub, a menos que venga con su papá o alguna tÃa…(con sentido del humor y a prueba de misiles)
Administrador: usted en ojotas y yo en camisón, ¡Qué vergüenza!,
Póngase cómodo doctor, sÃrvase un NaranPol a gusto mientras me pongo el vaquero. ¡Bienvenido!
Y si mañana te escribe Barack Obama , a quién le vas a reprochar que no te avisó?
Ah! Ya sé, le vas a cortar el rostro a Irene Clinton ... :-):-):-)
El post que acabo de leer es el de un médico que admiro. El Dr. Edgardo Schapachnik es nada menos (intento resumir) que el "Papá de los Congresos Mundiales de Medicina en Internet", Jefe del Servicio de Chagas del Hospital Argerich de BA y cientos de cosas más. Su CurrÃculum no se mide, se pesa. Y te lo garantizan los más de 23.000 cardÃologos de 123 paÃses que son sus alumnos y seguidores ... ¡desde hace 11 años!
Con tu permiso, Admin, quiero felicitar al "Teacher" de la cardiologÃa argentina por la claridad y contundencia de su comentario.
Favaloro ya no está y Bertolasi ya no está. Ninguno de los dos puede dar fe de lo que escribo (tal vez movido por mi afecto incondicional a un Maestro de la Medicina argentina) Creo, sin dudar, que él será la lámpara que iluminará a cientos de cardiólogos argentinos por muchos años.
Alzo mi copa de Naranpol en su honor.
Confieso que ser comentado por "el Teacher" es un honor máximo para cualquier cardiólogo argentino.
Yo ya "estoy hecho", Admin. He sido honrado por un Maestro.
Ahora, Usted ... "Dele gas", porque the show must go on.
ADMINISTRADOR: ¡Cómo no avisa antes, Gustavo, nosotros en ojotas! Y a don Edgardo, gracias por pisar este portal.
Ambos textos estimulan como para dejar también un comentario.
Sobre los muros reales, los de cemento, los de alambre electrificado, llámense BerlÃn, México, Palestina o como se llamen, hablan por sà solos de lo que se intenta separar:: de un lado, la opresión del más fuerte, del otro, el oprimido cuya voz debe ser silenciada y sobre todo sus manos maniatadas. Torpe razocinio de quienes no han aprendido que donde existe opresión, de una u otra forma habrá rebelión contra dicha opresión, por más alto que sea el muro que se construya.
Están los otros muros, los que no se hacen de cemento, sino con actitudes, palabras, sentimientos o polÃticas. Son una forma de opresión distinta, pero opresión al fin. Expresan también que hay dos protagonistas cuyos intereses se han vuelto antagónicos. También contra estos "otros" muros, habrá rebelión. Metafóricamente llegará el momento, o llegará la hora en que haya que derribarlos.
Gracias por inspirarme otra vez.
Porque de esos se trata, de derribar muros. Y a la hora de hacerlo hay que participar, apostar...
En esta suerte de juego que es la vida, ¿qué apostamos? Uno medita y al fin admite: Apuesta todo. Pone el cuerpo y el alma. Eso que nos tocó de cuerpo y de alma, de historia y de destino
Como en el casino, alguien que no somos nosotros echará las cartas y abrirá el juego: Dios, destino, azar...como quiera usted llamarlo. Aunque el azar parece ciego, Dios en cambio no.
Uno ruega la carta que desea, la mejor, la que le permita seguir y ganar, y hasta piensa: "Si Dios todo lo ve, sabe lo que necesito, seguro me la tira"
Lástima que hay siempre una sola carta para mil necesidades iguales, y dicen que Dios no hace trampas.
Aunque uno lo imagina también el colmo de la inteligencia y la habilidad, razón por la cual no puede ignorar quienes son los apostadores fuertes detrás de las apariencias; porque no es el apostador más fuerte el que más tiene, eso ya se sabe.
Suele jugarse con todo aquel que nada tiene que perder, y que justamente por eso si pierde perderá todo, o por lo menos mucho más que una cuenta bancaria.
Dicen que a Dios no le interesa la guita. Que El quiere que apostemos el alma. Que dejemos el último aliento en la timba de la vida.
Parece fácil esto de que apostemos el alma, pero ¿para qué?, se pregunta uno.
Al fin, El entra a dar las cartas. Y allà estamos, cada uno con la que le tocó en suerte. La maldita, la deseada, la fácil, la temida, la que apenas... ¿Y dónde está mi maldita libertad?, se rebela alguno.
"En el juego, tonto!". En lo que hagas con tu carta: jugarte aunque creas que vas perdido, tirarla al diablo y retirarte de la mesa, hacer trampas, meterte la carta entre las mangas, seguir porque puede ser que consigas colgarte de alguno con mejor suerte, sudar frÃo y sentirte en la puerta de todos los infiernos, y hasta entregarle tu carta al demonio (dicen que es muy taimado y que muchos ya le entregaron el alma misma)
Pero no hay vueltas: hagas lo que hagas estarás apostando. Aunque te mandes a mudar. Es también un modo de apostar.
Y allà te das cuenta, con una oscura certidumbre, que El también está apostando. Y te mira, y espera que te animes, espera también sentirse ganador... o perdedor.
Porque El también apostó, apostó a vos: "caramba, que bueno, de veras este coso me salió a imagen y semejanza, miralo como se juega y peludea, y eso que le tocó una mano bastante dura. En cambio aquel, se desbarranca con semejante carta
¡Hagan juego, señores! No me pasé seis eternos dÃas para fracasar en este siglo"
No se olvide porque si lo hace puede desalentarse y ver que todo está muy negro, que la mano es muy larga, que no viene una buena. Y si uno se desalienta, este enorme dado corroÃdo que es el mundo puede irse al diablo en cualquier momento.
Y no se olvide que lo que está en juego es nada más y nada menos que usted mismo: un universo entero desde que en un remoto ventrÃculo de su cerebro sucedió el big-bang de la conciencia
Mire bien su carta, y sienta que nadie tiene derecho a robarle su juego. Ni usted a perderlo.
Que las cosas no están bien, que algunos tramposos pusieron muy dura la mano y que hay mucha gente que no puede más: que se suicida, que se enferma, que se enloquece, que se va porque no aguanta, porque se le quebró el alma como pájaro caÃdo en la tormenta...
Y no busque usted razones. Les sucede lo mismo que a usted: que nos están robando la posibilidad de un territorio común, un lugar en el mundo donde se sepa que abajo están los muertos de cada uno, donde se hable de verdad de quiénes somos, donde se trabaje y se coma, donde haya abrigo cuando llega la noche y la soledad.
Dese cuenta usted, que todavÃa hay tiempo (sÃ, todavÃa)
Que hay que meterse en el juego.Cambiar la mano. No se encoja de hombros.
Mire el mundo, el paÃs, el barrio, el lugar donde caminan sus pies, donde le ha tocado ser y estar, donde muchos hoy ya no pueden ser ni estar, y dÃgame si no siente una tenue, sutil, imperceptible, ligera pero cruel melancolÃa que lo atraviesa de lado a lado.
DÃgame si no se le dobla el cuerpo como si lo azotara una tormenta que enfurece sus latigazos, una inundación de ganas de llorar por todo lo que pudo ser y no fue. Por todo lo que todavÃa puede ser y no es (sÃ, todavÃa)
Entonces agarre fuerte su carta, no la suelte. Por más inútil que le parezca. Y apueste. Haga algo. Hagamos algo. Por nosotros y por los que ya no están. Por nosotros y por los que todavÃa pueden y tienen derecho a estar.
Dios espera su apuesta, la mÃa, la de todos.
Aunque uno no crea en El.
(A propósito, ¿cobra usted plus?)
A mi manera de ver cada persona deberia buscar derribar un muro, un murito, un ladrillo por dia, al menos de esos que hay en cualquier lado y en cualquier entorno.
Miles de personas martillando lograrian que miles de ladrillos dejen cada dia de estar entre los unos y los otros.
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