
El escritor y periodista Chuñi Benite protagonizó un bochornoso episodio en el Shopping Sarmiento, de Resistencia, donde quiso ingresar por la fuerza a la inauguración oficial del primer local de la cadena norteamericana McDonald's en tierra chaqueña.
El literato, para algunos con visibles signos de estar alcoholizado, concurrió a la actividad acompañado de otros intelectuales de Villa San Juan, algunos de los cuales golpearon a guardias de seguridad y rompieron vidrieras con las cadenas y candados de sus bicicletas.
Tras los incidentes, Benite y siete de sus acompañantes quedaron detenidos, pero fueron liberados horas después, aunque sujetos a la causa por daños y amenazas abierta en la justicia penal provincial.
Â
Los hechos
Â
El escándalo comenzó a gestarse cuando el jueves a las 14 todo estaba listo en el flamante local de comidas rápidas para recibir a las autoridades que iban a encabezar el acto de inauguración, el señor gobernador de todos los chaqueños, Domingo Lluvioso Peppo, y el señor intendente de todos los resistencianos, Jorge Hilton Capitanich. Como se sabe, pero nadie admite, ambos lÃderes populares se tienen más o menos el mismo aprecio que Donald Trump y el Ejercito Zapatista de Liberación Nacional.
Cuando Peppo y Capitanich arribaron al centro comercial, directivos de McDonalds y personal de seguridad los recibió en la planta baja del edificio. Desde allà se dirigieron al primer piso. En el camino hacia el nuevo local, se cruzaron con Benite y su grupo, que tomaban vino tinto de una botella de gaseosa. El intento de impedir que se advirtiera la libación alcohólica era burdo, ya que el envase utilizado era de Sprite.
En ese momento el literato y los suyos intentaron mezclarse con las comitivas de funcionarios provinciales y municipales, pero la maniobra fue fácilmente advertida por los custodios del shopping, sobre todo porque Benite y su gente se habÃan quitado las remeras y las hacÃan girar como hélices de helicópteros mientras cantaban a los gritos "Brasil, decime qué se siente...".
También habÃa algunas banderas y pancartas en las que se leÃa "Fuera yanquis de la avenida Sarmiento" y "Estado Sunido devolveno las Malvina, el Canal de Bigle y la Peña de Gilbratar". Cerca de un local de electrodomésticos, los revoltosos también quemaron cubiertas y un muñeco de Chuck Norris. Además, pintaron vidrieras con aerosol exigiendo una revancha de Marvin Hagler a Juan "Martillo" Roldán por la pelea que ambos protagonizaron en 1988.
Entonces vino lo peor. Dos guardias se abrieron paso entre los invitados -que seguÃan caminando hacia el McDonalds- y abordaron a Benite, tomándolo de los brazos y alzándolo en vilo. "Señor, la actividad es para invitados especiales, lo invitamos a retirarse y a regresar cuando el local esté abierto para el público en general", informó un tercer sujeto que parecÃa ser parte de la organización del acto.
"Tu vieja es la que está abierta para el público en general", contestó el trovador de Villa San Juan, que le tiró un sopapo a su interlocutor. "Esigimo que se nos dean 400 hamburguesa por dÃa a domecilio y con servilleta y todo los chiche, ya que usteden invadieron el espacio aéreo argentino vamoecÃ", agregó.
Allà uno de los custodios lo tomó del cuello y lo arrojó contra una pared, provocando la reacción de los amigos de Benite, que comenzaron a repartir cadenazos a diestra y siniestra. De inmediato, varios hombres de negro se abalanzaron sobre Peppo y lo llevaron corriendo al interior del McDonalds. Capitanich, sin tantos recursos materiales y humanos, se acuclilló allà donde se encontraba y se cubrió la cabeza con el borrador de su próximo libro, "Massa, el MesÃas productivo que el árbol kirchnerista nos tapó tanto tiempo".
Â
Caos y represión
Â
La zona se convirtió en un caos, y la gresca se atomizó en subgrupos de dos o tres personas que se golpeaban con furia. Los paseantes que recorrÃan el lugar entraron en pánico y se amontonaron en las escaleras o buscaron refugio en negocios y baños. AN pudo ver a Ñacaniná Alvarez, empresario del rubro parripollos, tratando de liberar a Benite golpeando con una maceta a los guardias que lo sujetaban.
Entonces se escucharon más gritos aproximándose y al piso llegaron unos cincuentas uniformados de la PolicÃa del Chaco, que de inmediato se dedicaron a garrotear -sin siquiera preguntar cuáles eran los bandos enfrentados y qué motivo los habÃa enemistado- a quienes estaban con los torsos desnudos.
La relación de fuerzas era desigual, y el grupo de Benite fue aquietándose paulatinamente contra el suelo bajo el apaleo policial.
Pero en ese momento se escuchó a Alvarez gritar "¡dale, sacudile sÃ!", y todos pudimos ver que junto a las escaleras se encontraba el temible Gordo RodrÃguez, que adoptó su clásica pose de combate (el cuerpo quebrado como si quisiera tocarse las puntas de los pies con las manos, el trasero apuntando hacia los efectivos) y al instante lanzó una sonora deflagración. Los presentes quedaron paralizados, como esperando ver si sucederÃa lo tan temido.
Y, efectivamente, sucedió: una nube invisible pero de pestilencia indescriptible hizo caer a decenas de policÃas y civiles como si fuesen mosquitos bañados con una manguera que lanzaba chorros de insecticida.
Pero cuando el ataque tóxico se disipó, arribó una nueva cuadrilla de policÃas y se procedió a la detención de Benite y su troupe. Todos fueron llevados a la planta baja y sacados del shopping a toda velocidad dentro de un camión celular escoltado por seis motos que llevaban cada una a dos uniformados armados con itakas.
Â
La inauguración
Â
Pese a la conmoción generada, el acto de inauguración se llevó a cabo. Capitanich, al cabo de dos horas y cuarto de hablar de los indicadores macro y microeconómicos del presente nacional e internacional, dijo que como alcalde de Resistencia se comprometÃa a conseguir que al menos el 10% de las semillas de sésamo que llevan los panes de las hamburguesas de la cadena norteamericana sean provistos por productores locales.
Peppo, por su parte, minimizó los hechos de violencia de minutos antes ("no permitamos que los inadaptados de siempre empañen los logros de la Patria") y celebró "la llegada de esta inversión que nos pone a la altura de las principales capitales del mundo, donde también hay locales McDonald's".
También, demostrando el mal momento que pasa su relación con Capitanich, dijo que habÃa cancelado otras actividades para poder asistir a la inauguración comercial, ya que "nos parecÃa que la llegada de esta inversión fuera saludada por dirigentes importantes de la provincia, y no sólo por fracasados que ahora tienen menos futuro polÃtico que Amalia Granata". El exjefe de Gabinete de la Nación arrugó el rostro y hasta amagó con irse, pero justo le sirvieron su hamburguesa.
Luego se procedió a una suelta de palomas, se entonaron las estrofas del Himno Nacional y de la Canción Oficial del Chaco, y se presentó un atractivo espectáculo con tatúes carretas acróbatas.
Â
Â
.
Â