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Buenos Aires (De nuestro enviado especial, Chuñi Benite) - Yastá. Som... River é campión y la ñerada festeja el título número 85 de su historia. Pero en realidá festeja el paí entero, porque lo cinco mandiocaso en el orto enchufado al Caruso Lombardo y su cardumen de pese martillo son una celebrasion por el único reduto de vida que le queda a un fulbo argentino que sestaba muriendo.

 

Riverito demostró con amplitú por qué está entre lo cinco mejore clube de la historia (lo sotro cuatro desaparecieron con la Atlántida), dato ocjetibo que no lo digo yo, está en interné pal que quiera buscarle hací no andan disiendo que yo distorsiono nomateígo las cosa en función de una preferencia lenta que no é tal.

La mia é la mirada desapasionada del inteletual conprometido sólo con la verdá. Y al que no le gusta que San Puta se lo llebe.

 

El partido

 

Impresionante el espetáculo del Monumental desde hora ante del partido, con las tribuna repleta. La hinchada de Quilme brilló por su ausensia, angaú que porque en los partido están proibido lo hincha visitante, pero mirá vó si no le van a vendé igual la entrada a los pibe si llegan con la plata a la ventanilla. Bidentemente no vinieron porque sabían que la semejante cagada a baile que le íbam... iban a dá.

Lamentable otra vé el trato a la prensa del interior. En el palco de periodista juimo maltratado y se nos habló de manera desconciderada, porque supuestamente ay no se puede aser fuego ni poner una parrillita. Dose chori nomá queríamo cosinar, dose, mil vese le repetimo a los botone que cuidan ay, pero igual se nos incautó nomateígo la parrilla, la bolsa de carbón, lo fósforo Tre Patito y el bidón de kerosén.

Aponteótico el ingreso de Riverito a la cancha. Millone de papelito (aprosimadamente 97.673.211 papelito, dijo Capitaní por radio) llobieron sobre los muchacho del Ramón. Y ay que rescatá el gran gesto deportibo cuando se produjo el ingreso de los de Quilme, porque a Caruso Lombardo la gente le dijo "hijo de puta", "conchudo de mierda", "cajetudo", "forro culorroto", "chupaporonga serial" (sí, juimo nosotro, pero fue una apresiasión ténica), "guampudo consiente", "Guanda Nara del fulbo" y cosa por el estilo, pero en ningún momento se le dijo negro o gordo, lo que demuestra la madures de nuestro pueblo.

Arranque del partido a toda velosidá, con Quilme tratando de presionar bien arriba y Riverito buscando lo sespasio pero sin presisión. Arriba, el Cave adelantado, esperando el pelotaso, Roja y Lansini en el medio tratando de romper la línea dello, abajo bien plantado Mercado y uno de los grone. Ramón también nerbioso, ordenando un 4-3-1-2, al que Caruso respondió con su clásico 9-1-0.

Tardó poco La Máquina Celestial en encontrar su juego, ése que jue copiado por Holanda en 1974 y por Pepe Juardiola en su paso por el Barsa. A lo 8 minuto una gran paré termina con Ledesma tirando un guascaso que pasó hací de cerquita del palo derecho de Gualter Beníte. Era el abiso de lo que vendría, pero los pelotudo de Quilme, en lugar de rendirse dinamente, desidieron segir jugando el partido entero.

Dicho y echo: a los 12, el negro Carbonero (¿por qué los negro no pueden ser abogado, médico o ingeniero?) abaraja un centro de la isquierda y casi se la unde junto al palo, pero Beníte ataja bien al rá del suelo y entonse llega el Torito que la toca con inteligencia prebilegiando mandarla alta má que fuerte, paprobechar que el pelotudo del arquero estaba en el piso. Asta la buseca, 1 a 0 y fiesta para la mitá del paí que sabe por lo meno dos cosa sobre el fulbo. Empesaba la felisidá de los sere de lus.

 

El guasqueamiento total

 

Caruso Lombardo caminaba nerbioso como pendejo esperando que se aclaren las rayita del Ebates de la nobia, y daba órdene con su caraterística inteligencia tática: "Muchacho, vamo, vamo, traten de que ello se agan un gol en contra", le gritaba a sus dirigido.

Pero River ya estaba má encebado que carnicero que le tocó la teta a la clienta y no recibió sopapo. La Máquina segía presionando en el medio y manteniendo a Quilme lejo del arco de Leruleru. A lo 27 minuto, el porongaso que casi sellaba el campionato. Corne desde la derecha, la peina un tipo que no pudimo ver quién era porque lestábamo mirando las teta a una chica de I Es Pién, y el negro Mercado llega desde atrá (como yo a tu mina) y se la unde asta la buseca tirándose de palomita lenta. Era el 2-0 que práticamente liquidaba la cosa vamoecí.

La Bestia de Núñe no aflojaba y buscaba el tersero. Las tribuna eran una fiesta. Cómo sería, que a dies metro de nuestro lugar, veíamo unas veinte pareja empomándose entre todo ello. Y a los 43, como pa no perder la costumbre de querer cagarno, el árbitro no cobra un penal que le avian echo a Carbonero. Y claro, como é negro, asta si le amputaran las pierna en el área chica con una motosierra le segirían sin cobrar ful. Cuántas cosa que tenemo que cambiar en el mundo, señora siseñore.

El entretiempo puso una pausa, aunque en los vestuario el clima era caliente. "No me aflojen muchacho, y sigamo lo que siempre ablamo: si yo les chiflo, sinifica que tiene que tratá de ganar el partido como puedan", dijo Ramón. "Y si chiflo yo, también", aclaró Emiliano, el hijo del Moncho. Se meresen la gita que ganan.

En el setor de Quilme avia caras de orto. "No me gusta como están jugando, traten de ir má por los costado, aprobechemo que acá tienen pista olímpica", reclamó Caruso. Como pa arengar a los vago, les gritó: "Y acuerdecén de lo que les digo; si metemo tres gole y ello no asen ninguno má, damo vuelta el partido".

 

El triunfo de la vida

 

Pero Riverito salió desidido a segir con la ecsibición, y a los 17 el pelado Ledesma agarra una pelota perdida y desde 872 metro lensarta un guascaso de la san cajeta que le dentra en el ángulo suprarrenal isquierdo al arquero dello, que se estira como pedo en coletibo lleno pero no le llega ni a tocá a la pelota. Ojetibamente, creemo que é el mejor gol de la historia del fulbo unibersal, quisá empatando con la chilena del Enso Franchéscoli a los polaco (en aquel partido en Mar del Plata cuando ganamo 5 a 4 despué de ir perdiendo 4 a 1).

Ante semejante poema, todo isimo la lógica, la que hubiera echo cualquiera estando viendo esa marabilla: nos paramo a aplaudí y nos pusimo a festejá tirándole botella de agua y bolsilta de poletileno con meada a Caruso Lombardo.

La cosa yastaba má cosinada que loba que se riye cuando le desí un piropo, y lo demá ya jue basureo puro al ribal, por pelotudo, por no tener la desensia de desir "sí, usteden son mejore, ni no presentamo a jugar". Llegaron hací el segundo del Cave a lo 25 y el quinto de Riverito a lo 44, autoria del Teo Gutiérre. Cinco a cero. Fulbo total.

Y acá venia la parte en que yo le tenía que aser un párrafo de remate de la san puta a la nota, pero los vago ya compraron los Tala en un quiosco de acá cerca y tengo miedo de llegar tarde porque todabía tengo que pasar esto por fac. Disculpen las molestia socasionada.

 

 

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