Las mañana de los domingo son la súnica hora de la semana en la que la humanidá é sinsera.
Las persona no son como tienen que ser, sino como son nomá. El que es buenaso se da el gusto de ser buenaso todo lo que quiere, porque ninguna circuntansia “de la vida diaria” le obliga a encularse con algien. El hijo de puta hijaputea a rienda suelta, si total no está la culona del escritorio junto a la ventana, a la que le quiere aser creer que él es flor de gente.
En la ciudá, de tanto en tanto, mientra uno se ase acarisiar la jeta por el viento arriba de la bisi, vemo ese espetáculo hermoso de lo sijo paseando del braso a los viejito que ya apena caminan. Le sostienen de una forma que é como si mitá le agarraran pa que no se caigan de la vida, y mitá le ayudan a llegá a la muerte de la manera má dulse posible, porque no debe aber nada pior que morirce sin cariño.
Los borracho abren las boca asia el cielo en las plasa, los chico vuelben a las casa con las vida hirbiéndole en todas parte, los chorro duermen o ligan en las comisería, el pobrerío casa en los colchone todo los sueño que le pasan cerca, los garca juntan juersa pa joder a toda las persona posible desde el lune, en las misa se mesclan los que van a sentirle un sentido al uniberso lento y los que van con la ilusión de que Dió sólo vea lo que asen en ese ratito y no lo que asen en el resto de la semana.
Lo senfermo, en sus cama, afinan el oído para tratar de escuchar de qué lado les avansa La Parca, dispuesto a peliar lo que haga falta para llegar al día sigiente, porque morirse justo en el día que uno está viviendo trae mala suerte.
Nadie dise –calculo que pa que no suban los precio del aceite y lasúcar-, pero lo domingo a la madrugada nos morimo todo. En la sora negra, despué del vino, de la soledá o del amor, todo nos quedamo duro mirando al techo con lo sojo apagado, la alma quieta como un agua enserrada, la sangre enduresida de tanta caminata en círculo.
Dejamo de ser. Sólo los bebé se despiertan, y precienten tanto tanto toda esa muerte, que no lloran. Parpadean en la escuridá, y piden, piden, piden, piden y piden que el mundo vuelba a girar.
Despué amanese, y ello, alibiado, se vuelben a sambullir en las nube del tiempo, que todabía é tanto y tan blandito.
Nosotro, el resto, resusitamo, ponemo la pava en el fuego, miramo la lusesita que vuelbe a treparse por los muro.
El corasón bombea otra ves. El espejo del baño nos dise que vamo perdiendo el partido, pero el amor guardado en el pecho y en las mano nos dise que no importa. De paso, le volbemo a prometer a la canilla de la piletita que esta semana sí o sí le vamo arreglar el cuerito.
Sacamo el agua del fuego. Un nombre perdido dise “buen día”.
Serbimo el primer verde, y no desimo padentro que hoy, a lo mejor hoy, quién te dise hoy...
Comentarios
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║ GENIAL ║
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ooO Ooo
Primero vinieron a buscar a los comunistas
de Martin Niemoller
Primero vinieron a buscar a los comunistas y no dije nada porque yo no era comunista.
Luego vinieron por los judíos y no dije nada porque yo no era judío.
Luego vinieron por los sindicalistas y no dije nada porque yo no era sindicalista.
Luego vinieron por los católicos y no dije nada porque yo era protestante.
Luego vinieron por mí pero, para entonces, ya no quedaba nadie que dijera nada
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