Corsel indispensable en la conquista de ciento de nasione que cabÃan en una cuadra y que quedaban bajo nuestro dominio, bólido supersónico que tenÃa la cualidad de ir a 600 kilómetro porora pero que lograba –seguro que por pura modestia- que los demá le vieran como si nadamá juera a la velosidad a la que puede ir un triciclo empujado a puro pedal por un gurÃ.
Compañero de riesgosa sesplorasione en las siesta, cuando sabÃamo quel pombero no sespiaba desde arriba de lo sárbole y las chicharra arrancaban cansina sus vitrola. Y hacÃ, con las bola en la garganta, Ãbamo masallá de la esquina, asia la laguna, donde la Lola, la tararira endemoniada, nos junaba escondida entre el agua cubierta de nube y camalote.
Amigo de la huida a toda puta cuando veÃamo al Moncho, el viejo de la bolsa, pegando la vuelta desde la avenida; cómplise valiente del cruse probocador por la vereda del milico gritón; intrumento indispensable para alargar la obserbación ipnotisada de ese prodigio de la ciencia que era el camión regador; confidente de las pasada por la casa de la gordita que nos tenÃa mirando el techo toda las noche del verano eterno.
Pasiente ladero que no sesperaba sin resongo a la hora del cuili, cuando el mundo dejaba de girar para que puédamo mojar en el tasón el pan con manteca que bendecÃan las mano de la vieja.
Triciclo hermano, este pendejo de corasón cansado y rodillas hechas curubica, toda las tarde se ilusiona un ratito con encontrarte, cuando sale a arrastrar el alma y la salpargata entre la soja muerta del patio.
Triciclo hermano, con vó y los rostro y las calle y los cielo de aquel tiempo aprendà que la felisidad es un pájaro inbisible al que resién le vemo la sala en el aleteo de la despedida. Y lo digo sin tristesa. No es terrible que las cosa marabillosa terminen. Terrible serÃa no aberlas vivido.
Y si toda esta lata me da el changüà de pedir algo, yo pido que cuando llegue allá, a las tierras del Gran Tata, después de abrasar a los sere samado, me trompiese con vó, todo nuebito, justo ay, donde terminaba la casa y empesaba la vereda.
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Comentarios
A: ¡Güeee, nooo, mucho ya é, Ale querido!
En segundo lugar, un bello escrito de la pluma mas sincera de latinoamerica, como no podia ser de otro modo
En tercer lugar, debo hacer una modesta observacion acerca de los ingeniosos escritos en la forma de tuits con los que la pluma mas sincera de latinoamerica nos deleita en la red social del pajarito (no del venezolano por suerte), Alli se observa que el gran maestro ternima sus frases con el seudonimo "Chu" pedimos humildemente que el gran maestro revea esa muy amariconada manera de firmar ya que no corresponde a quien consideramos un rancio (literalmente) representante de la ONG "Salvemos al hombre", sino estamos perdidos.
A: Estamos totalmente de acuerdo. Como él mismo dirÃa, se nos está "engaisizando" el maestro. Una pena.
Trato de decidir si la acompaño a Amelia o escondo el lagrimón y lo uso para mà solo.
Gracias Chuñi.
A: :-)
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